martes, febrero 24, 2009

Regalos de navidad




Diciembre fue un mes funesto para la lucha contra la corrupción en República Dominicana. Los miembros de la Cámara de Cuentas, que es el organismo fiscalizador de las cuentas en donde se utiliza dinero público, cobraron una regalía navideña por encima de lo que le correspondía por ley. Afortunadamente la presión social fue tal que se vieron obligados a devolver el dinero, pero con esa acción dejaron ver sus intenciones y como no se ha producido ninguna renuncia debemos dejar establecido que en ese organismo no hay vergüenza y que tendremos que vigilarlos de cerca.

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Otro de los regalos de diciembre fue la sentencia de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) en un caso de inconstitucionalidad presentado por ante ella por un grupo de organizaciones de la sociedad que buscaba declarar inconstitucional un préstamo entre el Estado Dominicano y la empresa Sunland, por no haber pasado por la aprobación del Congreso. La SCJ se lavó las manos diciendo que los que elevaron el recurso de inconstitucionalidad no tenían calidad para hacerlo y que por tanto el recurso era inadmisible. Con esa sentencia, contraria a una jurisprudencia anterior de la misma SCJ, se le arrebató a las organizaciones de la sociedad civil el derecho de recurrir a la SCJ cuando entendieran que se había violentado, de alguna manera, algún precepto constitucional. La sentencia de la SCJ sirvió para dejar establecida la debilidad de nuestra justicia ante el poder político.

El último de los regalos navideños fue el de los indultos de que fueron objetos cinco ciudadanos convictos a quienes la justicia, luego de superar muchos escollos, había logrado imponer penas de hasta cinco años por delitos todos muy sensitivos y relacionados con la corrupción. El Presidente de la República, haciendo uso de una prerrogativa propia de su investidura, indultó a los convictos. Está por verse quién y qué obligó al Presidente a tomar el camino del indulto a pesar del alto costo político de esa decisión.

Todas esas son noticias funestas. Afortunadamente la sociedad dominicana no está dormida, está de pie y luchando. La semana pasada ha sido testigo de dos manifestaciones convocadas por organizaciones de jóvenes en contra de los tres casos que hemos comentado y todos los formadores de opinión en los medios de comunicación se han pronunciado también en contra de los mismos casos.

El asunto es simple: La Cámara de Cuentas, por el más mínimo sentido del pudor, no debió pagarse regalías navideñas que no le correspondían. Por su parte la Suprema Corte de Justicia no debió evacuar una sentencia contraria a una jurisprudencia anterior, porque una de las dos está equivocada. Y por último el Presidente no debió indultar a personas que recién empezaban a cumplir sus condenas y cuyos casos gravitan sensiblemente en el ánimo nacional.

De manera que si bien parece que se han salido con la suya, lo cierto es que ha sido a cambio de un alto costo político.

Para eso está la sociedad: Para que les cueste.

Mario Bergés
Centro Juan XXIII
m.berges@centrojuanxxiii.org

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