domingo, julio 19, 2009

Ya llegará el tiempo de los honrados






Don Tulio, ¿No cree usted que resulta muy difícil explicar cómo se llega a acumular millones de dólares en base a un sueldito?

¿Cree que no sabemos que usted andaba con una mano delante y otra detrás, montándose en carros públicos y picoteando a los amigos, hace apenas unos añitos?

Y para los Tulios nacidos en mejor cuna, ¿Creen ustedes que la población entiende que su origen les garantiza la nobleza?

¡Ay Tulio!, déjame explicarte:

Seguir leyendo...
.


La vida trasciende lo inmediato de tu vida presente. Aunque no tengo dudas de su existencia, no es de la otra vida que te voy a hablar. Lo que quiero explicarte, Tulio, es que tus acciones tienen eco en tu vida presente y en la vida material que continúa después de tu muerte. Otra verdad que quiero mostrarte es que el alma humana persigue la verdad y no encuentra reposo hasta alcanzarla. Ningún hijo quiere a papi porque sea ladrón.

¡Ay Tulio!, ¿Cómo decirte?

Tus hijos probablemente no te enfrentan, entre otras cosas porque eres mucho mayor que ellos y con muchísimo mayor poder. Pero que no te quepa la menor duda de que ya sus amigos le han comentado tus andanzas (porque tienes que saber que son públicas) y se avergüenzan; además, en la casa de la familia de la noviecita del mayor, hay cierta resistencia en aceptarte, porque todo el mundo sabe que estás robando, y el que roba, compromete para mal el futuro de sus descendientes no natos. ¿Qué debo hacer para que me entiendas?

Si te asiste la suerte de tener hijos intactos, de esos que andan defendiendo la vida y Tan Jartos, ¡Enhorabuena, la estás pagando Tulio! Esos muchachos y muchachas ya te han hecho saber que no cuentas con ellos, que “mi papi no es mejor porque más roba”.

Tulio, cuando llegas a un restaurante y la gente se levanta a saludarte, no se levanta por ti, a quien en el fondo desprecia profundamente; se levanta porque piensa: “déjame saludar a este ladrón porque tiene poder político”. Es decir, estás ocupando una posición de poder que obliga al resto de los mortales a tratar de mantener buenas relaciones contigo, por tu cargo, Tulio, no por ti. Ya te enterarás cuando ceses en tus funciones.

Y es que a la política se va a servir y tu te has servido. Y en política, como en la vida, el que se sirve no sirve.

Dos aclaraciones finales: Ni son todos Tulios ni los Tulios son exclusivos de este gobierno. Hay funcionarios muy honrados y muy dignos, ejemplos de honestidad. Por otra parte, en todos los gobiernos ha habido sus Tulios. De hecho los Tulios de los diferentes gobiernos han pactado de manera que los de mañana perdonarán a los de hoy y los de hoy perdonaron a los de ayer.

Ya llegará el tiempo de los honrados porque el que estamos viviendo es tiempo de ladrones.

Mario Bergés
Centro Juan XXIII
m.berges@centrojuanxxiii.org


Publicado en el Hoy de fecha 18 de julio de 2009

miércoles, julio 01, 2009

Nuestro cuatro de julio






Hace casi nueve años el mundo se estremeció con la noticia de que por primera vez en la historia de Estados Unidos de Norteamérica, un grupo terrorista había atacado con éxito objetivos dentro de su territorio. Las Torres Gemelas de Nueva York y las instalaciones del Pentágono en Virginia habían sido blancos de los ataques del 11 de septiembre de 2001.

Para los dominicanos ese ataque fue motivo de profundo pesar, no solamente por el sufrimiento de las familias afectadas, sino sobre todo porque no comprendemos la dinámica del terrorismo. Se trató de un abuso: Un inocente es un inocente, y no hay razón que pueda justificar el sufrimiento gratuito.

Seguir leyendo...
.


Esos ataques del 11 de septiembre tuvieron para nosotros otras consecuencias más funestas. La ocasión fue aprovechada por la embajada estadounidense en Santo Domingo para extender su frontera desde el lindero Oriental en la calle Leopoldo Navarro, hasta el eje mismo de esa calle, anexándose de ese modo el territorio dominicano comprendido entre el eje de la calle Leopoldo Navarro al Este, la Embajada Norteamericana al Oeste, la Av. Pedro Henríquez Ureña al Norte y hasta la mitad de cuadra al Sur de la calle César Nicolás Penson.

Va siendo tiempo ya de que la legación estadounidense retorne a su linderos originales.

Veamos las razones que validan nuestro reclamo.

Razones técnicas: Santo Domingo tiene muy mala comunicación vial en la dirección Norte-Sur. Cada vehículo que se ve constreñido a un solo carril al llegar a la referida zona, no pierde de vista que el principal culpable de su problema es el muro “New Jersey” colocado por los estadounidenses en territorio dominicano para molestia de los que aquí vivimos.

Razones históricas: La única frontera física en Santo Domingo con características de bandos enemigos enfrentados la tenemos en los muros “New Jersey”, colocados en el eje de la calle Leopoldo Navarro y que bordean a la Embajada de Estados Unidos. Cada persona que pasa por el borde dominicano de esa frontera, de alguna manera recuerda que han sido tres las veces que tropas estadounidenses invaden territorio dominicano. Esas invasiones siempre han traído luto y dolor a nuestras familias, así como retrasos y retrancas a nuestros procesos sociales.

Razones culturales: Somos inocentes. No tuvimos nada que ver con los ataques del 11 de septiembre de 2001. Para nosotros se trata de un abuso y no hay razón alguna que pueda justificar ese sufrimiento gratuito.

Tres razones, tres violaciones a nuestra soberanía y luego no entienden por qué la animadversión.

Señor Embajador de Estados Unidos: Retiren los muros “New Jersey” de la calle Leopoldo Navarro. Permitan el paso civilizado por esa calle y por la acera. Ustedes no están en territorio hostil, si lo estuvieran, posiblemente no podrían anexarse ese territorio y hay ejemplos cercanos de lo que digo.

Tienen una gran oportunidad. En pocos días celebrarán el 233 aniversario de su Independencia. Una gesta que conmovió al mundo por la fortaleza de las razones que la sustentaban.

Celebremos juntos el próximo cuatro de julio.

Mario Bergés
Centro Juan XXIII
m.berges@centrojuanxxiii.org



Publicado (con censura) en el Hoy de fecha 1 de julio de 2009