martes, octubre 24, 2006

Asuntos urbanos

En un artículo anterior desarrollamos la tesis de que para lograr una mejoría en los niveles de congestión del tránsito, era necesario establecer un sistema de transporte colectivo eficiente (ver Transporte y combustible. Listín Diario 12 de Septiembre de 2005).

Ahora vamos a presentar tres ideas, relacionadas con el transporte, que nos pueden ayudar a ahorrar combustible, además de contribuir a disminuir los niveles de congestionamiento en el tránsito.

La primera de las ideas que quiero presentar tiene relación con una modificación en el patrón de demanda de transporte. Nuestra ciudad, y me refiero al gran Santo Domingo, vale decir, toda el área metropolitana, tiene grandes centros urbanos en la periferia, que no cuentan con los servicios necesarios para su buen funcionamiento. Son ciudades dormitorios.

Esa condición obliga a sus habitantes a desplazarse para satisfacer sus necesidades, generando una gran cantidad de viajes hacia el centro de la ciudad.

El Gobierno Central debe trazar un plan para descentralizar las oficinas públicas, creando centros de servicio para esas zonas que, apoyados en la tecnología, puedan satisfacer tanto al que va a sacar un pasaporte como al que va a sacar una cédula o un acta de nacimiento.

Al mismo tiempo el sector privado debe ser incentivado para que invierta en esas ciudades dormitorio.

Actualmente el sector privado ha estado invirtiendo sin incentivo Estatal alguno, pero se podría acelerar el proceso con algún incentivo.

El ideal sería que cada centro urbano tenga en su vecindad centros de trabajo, oficinas públicas, comercios y servicios de todo tipo, centros de diversión, escuelas, hospitales, en fin…, que la población pueda resolver todas sus necesidades en la vecindad de donde habita.

Como dijimos, el gobierno central podría habilitar oficinas múltiples, con mucho apoyo de la tecnología, que sirvan para brindar una gran parte de los servicios del sector público.

Actualmente se tiene la impresión de que el número de servidores públicos es elevado, si se abren estas oficinas sin aumentar el número de servidores públicos, esa impresión de supernumerarios se debilitaría.

La segunda idea se refiere al transporte escolar. Debemos incentivar el uso del transporte escolar.

La ciudad siente la diferencia cuando estamos en un período de vacaciones y esto es así porque cada padre o madre tiene que llevar a cada uno de sus hijos al colegio, todos a la misma hora.

Una primera medida que afectaría la demanda de transporte, podría ser incentivar que el alumno sea vecino del colegio al que asiste y penalizar el caso contrario, el caso del alumno que reside muy lejos del colegio al que asiste.

Otra medida que incidiría en la oferta de transporte sería dar facilidades impositivas a los colegios para compra de autobuses de uso escolar y poner en funcionamiento un transporte escolar pago por los padres y auspiciado y protegido por las autoridades.

La tercera idea que deseamos presentar, también afecta el patrón de demanda de transporte y lo que busca es reducir el pico que se presenta en las horas pico.

Nos referimos al desfase de horarios.

Los comercios no hacen nada abriendo sus puertas a las 8 de la mañana; podrían abrir a las 10:00 AM y cerrar a las10:00 PM son el mismo número de horas con la ventaja de que tendrían unas horas al final del día en las cuales todos los demás actores del sistema estarían libres para visitar sus establecimientos.

Las oficinas públicas podrían abrir a las 9:00 AM junto con los bancos y trabajar hasta las 4:00 o las 5:00 PM.

Ahora no se trata de establecer cómo se haría, pero si de convocar a los sectores productivos para que lleguen a un acuerdo mediante el cual se puedan desfasar los horarios.

Como dije en un artículo anterior, son ideas que cuesta muy poco implementar y que podrían marcar la diferencia.

Mario Bergés

Centro Juan XXIII

“Por una Patria servida como se merece”

 

martes, octubre 17, 2006

¿En quién confiamos?


El pasado martes 10 de Octubre una jueza interina descargó a un grupo de oficiales de la Policía Nacional que estaban acusados de no devolver los vehículos que habían sido robados y recuperados por la institución y en cambio darle uso, ya sea por ellos mismos o por allegados y familiares de ellos.

Al conocer la decisión del tribunal, hubo júbilo entre los acusados.

Vamos a pasarle una raya al episodio y acto seguido vamos a decir todo el que quiso leer la prensa en su momento, se enteró de que los vehículos robados por delincuentes comunes y recuperados por policías nacionales, habían ido a parar a manos de oficiales de policía, la misma policía que tenía toda la información acerca de a quienes pertenecían los vehículos robados y recuperados y es bueno aclarar que la prensa lo que hizo fue hacerse eco de lo que era un secreto a voces en la sociedad.

En la prensa de ese momento, hubo hasta plazos, para que los oficiales y sus allegados entregaran los vehículos, hubo fotos de la entrega. ¡Vergonzoso!.

Todo el que quiso se enteró de que había oficiales usufructuando hasta 8 vehículos.

De manera que no hay motivo de júbilo señores oficiales.



martes, octubre 10, 2006

Criterios de selección



La sociedad dominicana asistió recientemente a un debate en donde originalmente se planteaba quién debía seleccionar los jueces de la Junta Central Electoral (JCE). En ese momento se discutía si el Consejo de la Magistratura o el Congreso Nacional, cual de éstas instancias, era el organismo sobre el cual debía recaer la responsabilidad de la selección de los jueces de la JCE.

El debate ponía en evidencia la necesidad de la reforma constitucional pero ese no es el tema que hoy nos ocupa.

Finalmente la responsabilidad de la selección de los jueces recayó sobre el Congreso Nacional y actualmente se encuentra inmerso en ese proceso.



martes, octubre 03, 2006

Algunas ideas acerca del tránsito


“La ley que puede ser violentada impunemente, es preferible derogarla”

Si esa máxima es cierta para la ley en general, cuando hablamos de la ley de tránsito, la máxima cobra todo su esplendor.

Una señal de tránsito que puede ser violentada una y otra vez sin castigo del violador, es preferible removerla.

Esto así porque al no castigar al violador, el mensaje que se envía a la sociedad es que la señal, es decir, la ley, puede ser violentada.

Eso está sucediendo en todos los ámbitos de nuestra sociedad, con notables y honorables excepciones, pero en el caso que nos ocupa nos limitaremos al tránsito.