miércoles, diciembre 31, 2008
martes, diciembre 30, 2008
En el primer aniversario de La Lucha
“Plumón de nido, nivel de luna, salud del oro, guitarra abierta…”
Así, apelando a la metáfora, Don Pedro Mir, gloria nuestra, dibujaba la realidad de una sociedad frágil, tierna y abandonada a su suerte que soñaba con una República Dominicana de progreso y bienestar para todos, incluyente y solidaria.
Ya desde tiempo atrás, un grupo de jóvenes trinitarios había jurado exponer vida y bienes persiguiendo ese sueño de hombres y mujeres libres para el bien, de niños bien nutridos y saludables, de envejecientes dignos y respetados, un sueño de progreso basado en el trabajo y en donde todos tuviéramos las mismas oportunidades.
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Desde aquellos momentos en que Juan Pablo Duarte salía exiliado y Francisco del Rosario Sánchez moría fusilado en San Juan, nuestro sueño dominicano ha tenido un enemigo que cambia de apariencia a voluntad pero que puede ser reconocido en el hecho de que siempre antepone sus intereses particulares al interés general y al bien común.
Ese enemigo hoy a tomado la forma de la corrupción, ha permeado toda la sociedad y amenaza con poner de rodillas a la indómita y brava.
Pero al igual que en sus inicios, hoy la sociedad se organiza y crea redes que nos permiten reconocernos como iguales, generando identidad. Una identidad en donde no hay cabida para la corrupción. Al igual que en los tiempos de los Trinitarios, hoy contamos con hombres y mujeres decididos a enfrentarla.
La corrupción, como toda manifestación del mal, existe al amparo del silencio, de la oscuridad. Basta una verdad dicha y mantenida con firmeza para herirla de muerte y eso haremos: con las manos abiertas de aquel que no tiene intenciones ocultas, sin más escudo que un pecho rebosante de fervor por la indómita y brava, y deseosos de escuchar y seguir Su Santa Voluntad, los hombres y mujeres que apoyamos este esfuerzo sacaremos la corrupción a la claridad, con una verdad dicha y mantenida con firmeza. En el momento y en el lugar en que asome una de sus tantas cabezas, encontrará un ciudadano, hombre o mujer de esta tierra, que la descubrirá con su palabra, sacándola a la luz para que muera.
Durante este año hemos recibido muestras de apoyo de muchos sectores de la sociedad dominicana. La Lucha es una organización que en septiembre del año pasado agrupaba apenas unas 43 organizaciones, hoy recibe el apoyo de más de 200 organizaciones y redes, y tiene presencia en 28 municipios distribuidos en toda la geografía nacional. El próximo día 30 de Noviembre celebraremos nuestra Asamblea Constitutiva para dar personalidad jurídica a esta realidad que hoy estamos viendo.
Hemos recibido también un apoyo extraordinario de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). A través del Programa de Transparencia y Acción Ciudadana, ejecutado por la firma Casals, nos dieron asesoría, formación, apoyo logístico y apoyo financiero. Agradecemos a USAID el apoyo brindado y queremos resaltar que en el agradecimiento hay unas notas más profundas porque nunca sentimos injerencia alguna ni mucho menos presiones para variar del algún modo las decisiones tomadas libremente por La Lucha.
Gracias a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)
Gracias a Casals.
Juan Bosch, esa gloria dominicana dijo en una ocasión: “Cuando no se vive a gusto con un destino y se trabaja para cambiarlo, no se crean complejos porque la energía sicológica y mental va por un cauce sano. Lo que enferma mental y sicológicamente al ser humano es desear y no luchar, es querer y dejar que el deseo se pudra inmóvil sin hacer nada por satisfacerlo; es tener que realizar actos socialmente condenables para salir adelante, pues aunque parezca que no, el alma se resiente a tener que actuar mal y ese resentimiento se expresa luego en inconformidad consigo misma”.
Con esta reflexión final nos despedimos llenos de optimismo, seguros de estar trabajando a favor de una República Dominicana transparente, digna, incluyente y solidaria.
Buenas noches.
Palabras pronunciadas en el Aniversario de La Lucha, el jueves 30 de octubre de 2008.
miércoles, diciembre 24, 2008
Crisis de la educación dominicana
El pasado sábado 29 de noviembre del año en curso el Centro Juan XXIII presentó un Conversatorio en APEC con el tema “Crisis de la Educación en República Dominicana: Posibles soluciones”. En el evento participó como expositor el Lic. Radhamés Mejía, Vicerrector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. Luego de la presentación magistral, se abrió el conversatorio en donde se logró un ambiente rico en ideas y propuestas tendentes a buscar soluciones a la crisis de la educación en nuestro país.
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El Lic. Radhamés Mejía analizó la realidad de la educación dominicana utilizando el criterio de cobertura del servicio y el de la calidad del mismo.
Los resultados del análisis del Lic. Mejía dan cuenta de que en cobertura tenemos deficiencias en la educación inicial y básica, pero la crisis verdadera se encuentra en el nivel medio, en donde solamente treinta y ocho dominicanos de cada cien con edades entre catorce y dieciocho años, asiste a la escuela. Tenemos 62 jóvenes de cada 100 con edades entre los 14 y los 18, que deberían estar asistiendo al bachillerato y preparándose para el mercado laboral, y en su lugar, están en las calles, preparándose para la delincuencia.
En calidad de educación el resultado no puede ser más triste y vergonzoso: Tanto en lecto-escritura como en matemáticas y tanto en tercero como en sexto de básica, nuestros estudiantes promedios andan por los últimos lugares de America Latina, y nuestros mejores estudiantes apenas alcanzan los promedios de los estudiantes de Latinoamérica.
Mayor inversión en educación, mejor gestión gerencial de los recursos, descentralización de la estructura administrativa, carrera administrativa de docentes y autoridades, plan de reformas por etapas porque el problema es tan grande que tenemos que separarlo en partes, mejora del sistema nacional de evaluación y reforma del nivel medio para asegurar un estudiante preparado para el mercado laboral y la ciudadanía.
Estas son algunas de las acciones que se tendrán que implementar para solucionar la crisis de la educación, pero ahora quisiéramos referirnos a qué cosas puede hacer el ciudadano a favor de la educación.
La sociedad dominicana está segregada. Anteriormente, la escuela era el elemento de conexión; hijos de ricos e hijos de pobres socializaban en la escuela y esa vivencia servía de cementante a las relaciones que se daban en la sociedad dominicana.
Hoy la situación es completamente distinta. Los hijos de los que pueden se educan en colegios privados inalcanzables para los pobres. Esa educación de los niños que pueden les ha costado perder la riqueza de compartir las realidades con el pobre de un barrio, y sentirse hermanados por la misma visión compartida de niños.
La escuela pública se ha quedado sin voz, huérfana y abandonada . Los que podemos, tenemos el deber de involucrarnos en la escuela. No sólo es dinero lo que hay que dar. Se necesitan muchas ideas, mucho aporte a la gestión, se necesita mucha voz. La Asociación de Padres y Amigos pudiera ser la opción.
Involucrémonos.
Mario Bergés
Centro Juan XXIII
m.berges@centrojuanxxiii.org
Publicado en el Hoy de fecha 24 de diciembre de 2008
miércoles, diciembre 17, 2008
miércoles, diciembre 03, 2008
Otra vez la impunidad
El pasado día 12 de noviembre las juezas Sarah Altagracia Veras Almánzar, Ingrid Fernández Medina y Daira Cira Medina Tejeda, del Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, descargaron a la ex directora de Aduanas, Anisia Rissi Castillo y a 24 personas más, vinculados todos a un expediente instrumentado en diciembre de 1994, que los responsabilizaba de haber cometido un fraude por más de mil millones de pesos en perjuicio del Estado Dominicano.
La decisión del tribunal se produjo luego de que el Fiscal del Distrito, Alejandro Mosocoso Segarra, retirara la acusación como consecuencia de que las pruebas que le daban sustento habían desaparecido. La pieza clave de la prueba, una auditoría ejecutada por órdenes de la Dirección General de Aduanas, había sido sustraída del expediente y como explicó posteriormente Miguel Cocco, actual Director General de Aduanas, al momento de asumir el cargo en el 2004, ya también había desaparecido la auditoría de marras de la Dirección General de Aduanas.
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El 27 de abril de 1999 el Sexto Juzgado de Instrucción del Distrito Nacional emitió una Providencia Calificativa que enviaba por ante el Tribunal Criminal a todos los inculpados en este fraude. Es de suponerse que para esa fecha todavía existía la auditoría.
De manera que lo que se debe hacer es abrir una investigación para determinar los nombres de los funcionarios, tanto del área de la justicia como de la Dirección General de Aduanas, que tuvieron la custodia de la referida auditoría entre el 27 de abril de 1999 y el momento en que el actual Director General de Aduanas se percató de la falta de la misma, hecho que pudo haber sido a finales de 2004 o a lo sumo en el 2005 o 2006.
En ese pequeño grupo de funcionarios que custodiaron la auditoría en ese período de seis o siete años se encuentra la persona que sabe que sucedió y el nombre de los responsables, por comisión u omisión, de la desaparición de la misma. Si el Estado no realiza la investigación se hace cómplice, y da derecho a pensar que hubo un pacto para dejar impune, una vez más, un crimen contra la sociedad.
Estoy seguro de que un alto porcentaje de las personas que tuvieron en sus manos la auditoría, sacaron copia del documento.
Ahora queremos dirigirnos a esos dominicanos que tienen copia de la auditoría: lo ideal sería que se presentaran a la fiscalía con la copia y la pusieran en manos del Fiscal del Distrito para que éste movilizara la acción de la justicia; pero si no desean dar la cara, pueden sacar una dirección de correo electrónico con un nombre genérico, y enviar el documento vía e-mail. Si todavía no se sienten seguros, siempre queda la posibilidad de que un amigo en otro país sea quien saque la cuenta de correo electrónico y quien envíe el documento a toda la prensa nacional.
La impunidad es la madre de la delincuencia.
Mario Bergés
Centro Juan XXIII
m.berges@centrojuanxxiii.org
Publicado en el Hoy de fecha 3 de diciembre de 2008
miércoles, noviembre 26, 2008
Olvidaban poner el acento en el hombre
La crisis financiera que recién empezamos a padecer, ha servido para desnudar en todo su esplendor la base inicua en la que se fundamentan las relaciones económicas entre los distintos actores de esta humanidad globalizada. Vamos a ver dos ejemplos que confirman, hasta la saciedad, la iniquidad de la que hablamos.
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El primer caso lo vivimos apenas unos meses antes de estallar la crisis financiera actual. El Presidente Leonel Fernández, hablando en la FAO y habiendo sido electo vicepresidente de esa Cumbre Alimentaria, denunciaba el origen especulativo de los aumentos de los precios del petróleo y de los alimentos; y promovía la idea de que los países más desarrollados crearan un “Fondo de solidaridad global”, para que los países más vulnerables pudieran hacer frente al alza de los alimentos y reducir así las consecuencias de la hambruna que se avecinaba; hambruna que estaba en gran medida provocada por las compras a futuro, es decir, por la especulación, el agio y la codicia de los mismos que no acogieron la propuesta del vicepresidente de la Cumbre Alimentaria de la FAO.
El segundo caso lo tenemos en la Seguridad Social Norteamericana. No es universal, es deficitaria, ha sido denunciada como ineficiente, en resumidas cuentas, siendo la sociedad norteamericana la sociedad líder de esta comunidad global, su Seguridad Social está muy lejos de siquiera acercarse a competir por los primeros lugares, más bien compite con la de países del tercer mundo.
Pues bien, los dueños del mundo, ese grupo que tiene la sartén asida por el mango, ha sido incapaz de solidarizarse con la propuesta del Presidente Fernández en la FAO o de mejorar la seguridad social de la sociedad líder de esta humanidad globalizada, pero no vaciló un instante para acudir en ayuda de los bancos ante la inminente quiebra que trajo la crisis.
Por fortuna para nosotros, países empobrecidos desde fuera y desde dentro, la crisis nos ha presentado una realidad desnuda, nos ha abierto los ojos y debe producir un cambio en la visión económica. Desde el punto de vista de la economía, hay un antes y un después de la crisis. Por lo pronto no se hablará más de neoliberalismo y de economía de mercado, visiones económicas que, como lo hubiera dicho Benedetti, “olvidaban poner el acento en el hombre”.
Otra de las consecuencias previsibles de la crisis será que el papel hegemónico de la economía norteamericana ya no será más. El daño ha sido tan extendido, tan global y tan letal que los distintos Estados estarán muy alertas. Se abre un espacio en el cual ya no será una sola voz la que se escuchará.
El momento es propicio para que la sociedad civil organizada haga escuchar su voz a favor de un modelo económico con acento en el hombre, que nos conduzca a una sociedad transparente y digna, incluyente y solidaria, en donde nunca más la codicia desmedida de unos pocos dicte las normas.
Mario Bergés
Centro Juan XXIII
m.berges@centrojuanxxiii.org
Publicado en el Hoy de fecha 26 de noviembre de 2008
domingo, noviembre 23, 2008
La foto de carné
En mi tierra hay muy pocos blancos y una gran variedad de mulatos variopintos y negros. En el siglo XVII el rasero de la pobreza le pasó por encima a la incipiente sociedad que dos siglos después sería dominicana y nos dejó enrasados en la pobreza: Amos y esclavos, antiguos ricos y pobres, todos conviviendo y tratando de sobrevivir en esta isla abandonada a su suerte hasta el olvido. Esa es quizás la explicación histórica y social de por qué el racismo, como se conoce en otras sociedades, en la nuestra no existe. Decir que alguien es negro en mi tierra no tiene la carga de desprecio que pudiera tener en otras sociedades.
Este preámbulo es necesario porque quiero relatarles una historia y quiero hacerlo como lo haría en cualquier ambiente social dominicano, en donde con toda seguridad, los contertulios disfrutarían del relato sin importar si el que lo escucha es blanco, negro o mulato variopinto.
Aquí va el relato:
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Tengo una pareja de amigos chilenos que en los años setenta vivían en Bonao, una pequeña ciudad en el centro de la isla. Hace unos meses estuvieron de visita en dominicana y conversando él me dijo que guarda muy buenos recuerdos de esta tierra.
Uno de esos buenos recuerdos es el que ahora paso a relatarles:
Alberto, que así se llama mi amigo chileno, vivía en Bonao y trabajaba en Falconbridge. Cierto día tuvo necesidad de tomarme unas fotos de carné para unos documentos oficiales y fue donde el fotógrafo del pueblo.
Al momento de llegar se colocó en una fila corta de tres o cuatro personas que lo antecedían y que le permitieron ir descubriendo el proceso por el que pasaría al llegar su turno. El estudio fotográfico estaba improvisado en la marquesina de una casa de familia desde la que se dominaba el Parque del pueblo, la Gobernación, el Ayuntamiento y se sabía que el Palacio de Justicia estaba al doblar de la esquina.
A su llegada, el sentido común detenía al recién llegado en los límites externos de la marquesina a la espera de la autorización de entrada. A mano izquierda había tres sillas que conformaban la sala de espera, a mano derecha una pequeña mesa rectangular de madera, arreglada con un mantel blanco, daba soporte a una caja de zapatos con muchos sobres con fotos dentro, un cepillo de pelo, un peine; un estuche circular, bivalvo y abisagrado de polvos compactos con una motita dentro y por último un espejo ovalado con orlas y mango de plástico rosado, y con el dibujo de una niña peinándose en el reverso del espejo. En el centro de la marquesina un trípode sostenía una cámara fotográfica que bien podía haber llegado con Martín Alonso Pinzón en La Pinta y en el fondo de la marquesina una silla solitaria enmarcada dentro de un paño azul colgado de cordeles y colocado detrás de la silla para que sirviera de telón de fondo a la foto.
Al llegar su turno, Alberto se sentó en la silla solitaria del fondo, el fotógrafo le preguntó si quería peinarse; Alberto le respondió que no, que no hacía falta, y entonces el fotógrafo se acercó con el estuche bivalvo abisagrado y mota en mano trató de colocarle los polvos cosméticos en el rostro:
-¿Qué le pasa? ¿Qué hace? No es necesario, no quiero polvos.
- Va a salir negro. Dijo el fotógrafo.
- ¿Pero qué dice? ¿Cómo voy a salir negro si soy blanco?
- Es que la cámara…
- Nada, no quiero polvos, ¡Basta!
Ante aquella negativa un tanto airada, el fotógrafo tomó la foto y le pidió a Alberto que regresara al día siguiente, a mitad de mañana a retirarla.
Alberto fue puntual a retirar la foto. Al llegar, el fotógrafo le preguntó su nombre, le dijo que se llamaba Alberto, y me comentó que todavía no entiende para qué dio su nombre porque el fotógrafo, sentado en una de las sillas de la sala de espera, colocó entre sus piernas la caja de zapatos y se puso a buscar, evidentemente al azar porque levantaba uno de los sobres, sacaba parcialmente las fotos, las miraba, miraba a Alberto y tomaba otro sobre. Los sobres no podían estar en orden alfabético porque ninguno tenía nombre. Estuvo buscando así hasta que por fin le entregó un sobre a Alberto diciéndole:
- Aquí están. Estas son sus fotos.
- Pero éste no soy yo, este hombre es un negro. Dijo Alberto.
- Yo se lo dije…, le quise poner polvo. Dijo el fotógrafo y confirmó: -Pero el de la foto es usted, igualito.
- Pero ¿qué dice? No puedo ser yo. ¿No ve que este hombre de la foto además de ser negro tiene bigotes?. Argumentó Alberto al borde de la desesperación.
- Y..., de seguro usted se afeitó esta mañana. Replicó el fotógrafo con cierta picardía, seguro de haber descubierto al impostor.
Claro que mi amigo tenía razón. El era Alberto, era blanco y no tenía bigotes. Luego de rebuscar detenidamente, encontró su foto en la caja de zapatos.
La reflexión es esta: Qué realidad tan rica la que permite que por unos minutos, un chileno blanco y afeitado pueda llegar a ser un dominicano negro y con bigotes.
quijoteurbano
jueves, noviembre 20, 2008
Sobreviviendo
Versión de Savia Nueva.
"Tengo la carne joven, roja la sangre,
la dentadura buena, mi esperma urgente
Quiero la vida de mi simiente"
La letra está debajo, para que la sigan.
Disfrútenla.
sobreviviendo, dije, sobreviviendo,
tengo un poema escrito más de mil veces,
en él repito siempre que mientras alguien
proponga muerte sobre esta tierra
y se fabriquen armas para la guerra
yo pisaré estos campos sobreviviendo,
todos frente al peligro, sobreviviendo,
tristes y errantes hombres sobreviviendo,
sobreviviendo...sobreviviendo.
y eso que yo reía como un jilguero,
tengo cierta memoria que me lastima
y no puedo olvidarme lo de Hiroshima.
hoy que quiero reírme apenas si puedo,
ya no tengo la risa como un jilguero,
ni la paz de los pinos del mes de enero;
ando por este mundo sobreviviendo,
sobreviviendo...sobreviviendo.
quiero elegir el día para mi muerte.
la dentadura buena, mi esperma urgente,
quiero la vida de mi simiente.
por la paz en el mundo a los animales,
cómo me reiría ese loco día,
ellos manifestándose por la vida
y nosotros apenas sobreviviendo...
sobreviviendo...sobreviviendo...
sábado, noviembre 15, 2008
Transparencia y desarrollo
La sociedad dominicana necesita transparentarse en todas sus instancias y en todos sus niveles. El gobierno hace ingentes esfuerzos por lograr que el quehacer empresarial sea transparente y debemos respaldar esos esfuerzos. Al mismo tiempo, la sociedad debe exigir que el quehacer político también sea transparente.
Pero eso no basta.
La información veraz, fruto de la transparencia, debe permear toda la estructura social y servir de materia prima para la discusión y toma de decisiones de esa sociedad.
El clientelismo se mantiene por la esperanza del elector de ser favorecido en su particularidad por el político de turno. Como es de esperarse, el político no puede satisfacer las expectativas de todos sus clientes y salvo contadas excepciones, los clientes son burlados en sus aspiraciones.
Si la información veraz, fruto de la transparencia, llegara a manos del elector, éste tendría los elementos necesarios para hacer una elección más acorde con sus necesidades, que nadie puede conocer mejor que él, que las vive a diario y pasaría de cliente a ciudadano.
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El gobierno y el sector privado, este último a través de las organizaciones comunitarias, las ONGs, las organizaciones religiosas, empresariales, etc; deben apoyarse en la ley 200-04, de libre acceso a la información, para lograr que la información llegue a las manos que la necesitan.
Si la comunidad de un municipio tuviera información de cómo se han gastado los recursos que recibe el Síndico de ese municipio, si tuviera información que comparara los servicios prestados por la Escuela o la Clínica de esa comunidad con relación a las otras escuelas y clínicas de la zona; en fin, si la información que les interesa les llegara, los ciudadanos de ese municipio tendrían condiciones para una mejor elección.
Actualmente nuestro pueblo se expresa en las urnas y fuera de ese espacio electoral, no hay ninguna instancia medianamente efectiva de expresión de la voluntad de la sociedad.
También eso debemos trabajarlo.
Nuestra sociedad cuenta con tecnología que permite con relativamente poco esfuerzo, realizar consultas populares prácticamente plebiscitarias.
Los cajeros automáticos tienen la plataforma ideal para un sistema de selección de alternativas, por otra parte, el modem que transmite los cargos de la tarjeta de crédito, es un medio a nuestro alcance para transmitir los datos de la selección hecha por el usuario. Ambas tecnologías funcionan a lo largo y ancho de nuestra geografía y para una consulta popular no se necesita más de ahí.
Una pequeña población con información fidedigna en los temas que le interesan podría acceder a un sistema como el descrito anteriormente y opinar sobre la gestión de sus autoridades locales, sobre sus necesidades prioritarias y lo que es más, se establecería con el tiempo una relación entre información veraz y respuesta de la población que terminaría por hacer conciencia en la población de la necesidad, y al mismo tiempo de las ventajas, de participar como ente activo en el proceso democrático.
Un proyecto piloto como el descrito podría ser asumido por cualquiera de las ONGs que actualmente gravitan en nuestro medio social.
Mario Bergés
Centro Juan XXIII
m.berges@centrojuanxxiii.org
Publicado en el Hoy de fecha 14 de noviembre de 2008
domingo, noviembre 02, 2008
Proclama
En tal sentido, queremos manifestar las siguientes preocupaciones:
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- Nos preocupa la manifiesta dependencia existente entre el Ministerio Público y Poder Ejecutivo, dependencia que le ha impedido al Ministerio Público, en ocasiones, asumir sus responsabilidades.
- Nos preocupa el alto nivel de clientelismo con que se maneja la política a todos los niveles.
- Nos preocupa la impunidad que repetidamente se manifiesta en casos tan sonados como los de la Cámara de Cuentas, Bancrédito o el desayuno escolar.
- Nos preocupa la falta de sanción a los funcionarios que no han presentado la obligatoria declaración jurada de bienes.
- Nos preocupa las vinculaciones del narcotráfico con sectores del poder político, civiles y militares.
Ante estas preocupaciones proponemos:
- Que en la próxima modificación a la Constitución, que entendemos debe ser mediante la Asamblea Constituyente, se diseñe un mecanismo que permita la independencia del Ministerio Público con el Poder Ejecutivo.
- Que la ley de carrera administrativa sea implementada a todo lo largo y ancho de la administración pública. Que los funcionarios y empleados permanezcan en sus puestos y que solamente puedan ser separados del puesto si una auditoría de desempeño así lo justifica.
- Nos comprometemos a asumir la ley de libre acceso a la información (ley 200-04), la ley que regula la participación de la ciudadanía en la gestión municipal (Ley 176-07) y la ley de protección de los derechos del consumidor (Ley 358-05), y con ellas crear las condiciones de participación de la población y de ese modo revertir la actitud de espera pasiva y de no incidencia que actualmente prevalece, generando con la participación activa el fortalecimiento de los gobiernos locales y la descentralización del poder central.
- Que todo el marco legal relativo al narcotráfico sea revisado y de ser necesario, sea adecuado a las nuevas circunstancias sociales, políticas y económicas que estamos viviendo. Al mismo tiempo que se endurezcan las penas para los funcionarios civiles y militares que pacten con el narcotráfico.
Dada en Santo Domingo, República Dominicana, el 30 de octubre del año 2008.
Así no se hace patria
Por una parte, “La Procuraduría desiste de la acción penal en contra de los ex ejecutivos de Bancrédito”. Por otra parte, “El Ministerio Público, Félix Santana, se manifestó de acuerdo con la petición de prisión por arresto domiciliario, hecha por Vivian Lubrano, condenada a cinco años por participar en el fraude bancario de Baninter; porque según él, su estado de salud es delicado”. Ambas son noticias del pasado día 9 de octubre y la sociedad no entiende las razones.
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En el caso de Bancrédito, la decisión de desistir de la acusación, está fundamentada en que los querellantes han sido “resarcidos a plenitud en sus particulares intereses, originando la desaparición del presente expediente de la víctima de la infracción imputada” y también en que “todos y cada uno de los querellantes han otorgado desistimiento formal e irrevocable de sus acciones en contra de los imputados”.
Luego del desistimiento de los querellantes, ocurrido en el año 2006, la Procuraduría, interesada en perseguir la ofensa contra la sociedad, que como colectivo también fue víctima, mantuvo el caso logrando condenas de tres años en primer grado y posteriormente un aumento a ocho años de la pena, en el mes de septiembre pasado en la Corte de Apelación. Ahora, cuando los acusados recurren en casación la condena adversa de hace apenas un mes, la Procuraduría pierde interés en el caso y los acusados son dejados en libertad como si la sociedad no hubiera sido ofendida por sus acciones. Los mismos argumento que hoy esgrime la Procuraduría para desistir del caso, pudieron haber sido presentados dos años atrás, cuando los querellantes fueron resarcidos económicamente y desistieron de la querella.
Ocho jueces, tres en primer grado y cinco en apelación, encontraron motivos suficientes en el caso como para imponer sentencias de tres años en primer grado y ocho años en apelación y ahora resulta que la Procuraduría se desinteresa. ¿Qué ocurrió luego de la sentencia de la corte de apelación en septiembre pasado, que hizo variar el interés de la Procuraduría en el caso?
El segundo caso apela a cuanto de humanidad tenemos. Nuestras cárceles no son recintos apropiados para el desarrollo de la vida. Entendemos las razones de Doña Vivian Lubrano; pero solamente con la condición de que se le dé el mismo tratamiento a todos los reclusos del país, estaríamos en condiciones de aceptar los privilegios que por razones de salud, el Ministerio Público, dependencia de la Procuraduría General de la República, ya ha aceptado.
Si añadimos el caso de Ángel Lockward podríamos ver una tendencia en lugar de casos aislados.
El mensaje que se envía a la sociedad es el siguiente: No se puede ser pobre, y si se es rico, sólo hay que tener sumo cuidado con la voluntad de los jefes políticos de turno. Por lo demás, ¡que siga la pachanga!
El Centro Juan XXIII condena, enérgicamente, la actuación irresponsable y vergonzosa de la Procuraduría en los casos mencionados.
Así no se hace Patria.
Mario Bergés
m.berges@centrojuanxxiii.org
Centro Juan XXIII
Publicado en el Hoy del 2 de noviembre de 2008.
Las palabras en Itálicas no fueron publicadas.
domingo, octubre 19, 2008
Visión profana de una crisis
Dicen los que saben, que la riqueza se produce mediante un proceso en el cual la humanidad con su trabajo le añade valor a la materia prima. Me complace pensar que sucede así porque está de por medio la vida, que permanentemente nos da muestras de producir sistemas cada vez más organizados y eficientes; y de crear orden donde antes había caos.
La humanidad no ha sido capaz de asumir esa verdad ni de dar una respuesta económica, social y política acorde con ella; aún la andamos buscando.
Una vez producida la riqueza, ese valor añadido termina en los bancos. El sector financiero encauza el flujo de riqueza que ha sido previamente producida y su actuación responde a los intereses de quienes en derecho tienen la propiedad de esa riqueza producida.
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Por su parte, la bolsa de valores ha terminado siendo el casino del sector financiero. Apoyados en ese brazo aguerrido y libérrimo, los dueños de la riqueza producida intentarán crear más riqueza, no mediante un proceso de transformación de la materia prima por el trabajo, sino por medio de la especulación. En su intento batirán la riqueza con mucha energía, y subirá la espuma, y podrá parecer que sí, que la riqueza se ha reproducido; pero no: La espuma nunca ha sido chocolate.
Lo que sucede con la crisis actual, a mi humilde entender, es que en ese casino financiero, los dueños mismos apostaron mal. Si alguien apuesta mal en Las Vegas pierde su dinero y La Casa gana. En esta historia, La Casa estaba jugando en el casino y fue quien apostó mal. Ahora, como dueña del casino, se resiste a perder y exige que El Estado intervenga a favor suyo.
El Estado Norteamericano ha aprobado setecientos mil millones de dólares para el salvataje del sector financiero. Aún no está claro de donde provendrán los fondos, pero lo que sí podemos asegurar es que el plan de salvataje lo que hará en la práctica será socializar, en mayor o menor grado, las pérdidas del sector financiero. Luego de aplicadas las medidas, la humanidad, que depende del dólar, verá reducida su capacidad real de adquirir bienes y servicios.
Si los fondos fueran totalmente provenientes de emisiones inorgánicas, setecientos mil millones de dólares divididos entre la población mundial tocarían a ciento dieciséis dólares por persona, una familia pobre dominicana de cinco miembros estaría poniendo, para pagarle a esos bancos, cuatrocientos ochenta dólares; que es más de dos veces la canasta familiar mensual dominicana.
La reflexión final que debemos hacer es que en la base de la pobreza hay iniquidad.
Los dueños de la riqueza, defensores a ultranza de la privatización y la no intervención del Estado, ahora piden que el Estado les ayude a socializar las pérdidas.
La pregunta sería: ¿Con qué argumento se le explicará a la familia pobre del ejemplo que no debe esperar ni aspirar a la socialización del beneficio?
Mario Bergés
Centro Juan XXIII
m.berges@centrojuanxxiii.org
Publicado en el Hoy de fecha 19 de octubre de 2008
lunes, octubre 13, 2008
Un poco de orden, por favor
El desorden en el tránsito se ha desbordado y actualmente constituye una amenaza de proporciones verdaderamente alarmantes. La ley 241, que regula el tránsito de vehículos y peatones en nuestras calles es letra muerta y la autoridad es la única responsable de que eso sea así.
Nuestra autoridad policial de Amet está acostumbrada a realizar operativos, vale decir, a actuar persiguiendo al infractor en lugares seleccionados y durante el tiempo que dure el operativo. La misma infracción sancionada en el operativo, no tendrá sanción si se comete una cuadra antes o después, o minutos antes o después del lugar y el momento en los cuales se montó el operativo.
Es importante señalar que los operativos se realizan para perseguir infracciones previamente establecidas, de manera que si el operativo es para perseguir motoristas en el túnel, cualquier otra infracción tiene altas posibilidades de pasar inadvertida.
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Fuera de los operativos, que son intervenciones aparatosas con participación de muchos agentes y algunos oficiales, la pareja de policías de Amet que se encuentra en las esquinas, se limita a perseguir a los mansos. Manso es aquel conductor que comete infracciones propias de las personas civilizadas, como son hablar por el celular, pisar la raya de Pare, no tener el cinturón abrochado o no haber pagado el impuesto de la Revista.
Esos dos o tres policías de Amet que se encuentran en las esquinas de nuestras calles son incapaces de lidiar con el salvaje. La falta de autoridad, la falta de recursos humanos, físicos y tecnológicos, les reduce la capacidad para enfrentar a aquel que comete infracciones propias de salvajes, es decir, de personas no civilizadas, como son el pasarse adrede un semáforo en rojo, el tomar la vía contraria para adelantarse a todos en una intersección o el convertir en carril de giro al carril que está establecido como de tránsito directo.
Si el manso está esperando su turno en el semáforo, y ve que viene el policía con intenciones de ponerle una multa por el celular, y decide convertirse en salvaje y cruzar en rojo, tiene muy altas probabilidades de salir impune.
Si el manso está esperando su turno en la intersección y un salvaje viniendo en vía contraria se le adelanta, el policía no lo perseguirá e incluso le dará paso en primer turno, si es que está controlando la intersección, con lo cual premia al salvaje y castiga al manso.
La señal que se envía es que debemos ser salvajes para salir impunes y exitosos; y ese camino nos autodestruye.
La Amet debe perseguir todas las infracciones y debe hacerlo de manera continua en el espacio y en el tiempo. Si no se tiene los recursos para perseguir de ese modo, entonces debe reducir su radio de acción para ser más efectiva y dar prioridad a la persecución del salvaje. Mientras haya salvajes impunes, es una burla irritante multar al que pisó la raya de Pare.
Civilicemos al salvaje.
Mario Bergés
Centro Juan XXIII
m.berges@centrojuanxxiii.org
Publicado en el Hoy el dia 12 de octubre de 2008
viernes, octubre 10, 2008
La soledad de América Latina
Siempre quise tener este texto cercano.
Leerlo me confirma y me llena de esperanzas.
Aquí lo comparto.
quijoteurbano.
De Gabriel García Márquez
Discurso al recibir el Premio Nobel
Antonio Pigafetta, un navegante florentino que acompañó a Magallanes en el primer viaje alrededor del mundo, escribió a su paso por nuestra América meridional una crónica rigurosa que sin embargo parece una aventura de la imaginación. Contó que había visto cerdos con el ombligo en el lomo, y unos pájaros sin patas cuyas hembras empollaban en las espaldas del macho, y otros como alcatraces sin lengua cuyos picos parecían una cuchara. Contó que había visto un engendro animal con cabeza y orejas de mula, cuerpo de camello, patas de ciervo y relincho de caballo. Contó que al primer nativo que encontraron en la Patagonia le pusieron enfrente un espejo, y que aquel gigante enardecido perdió el uso de la razón por el pavor de su propia imagen.
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Este libro breve y fascinante, en el cual ya se vislumbran los gérmenes de nuestras novelas de hoy, no es ni mucho menos el testimonios más asombroso de nuestra realidad de aquellos tiempos. Los Cronistas de Indias nos legaron otros incontables. Eldorado, nuestro país ilusorio tan codiciado, figuró en mapas numerosos durante largos años, cambiando de lugar y de forma según la fantasía de los cartógrafos. En busca de la fuente de la Eterna Juventud, el mítico Alvar Núñez Cabeza de Vaca exploró durante ocho años el norte de México, en una expedición venática cuyos miembros se comieron unos a otros y sólo llegaron cinco de los 600 que la emprendieron. Uno de los tantos misterios que nunca fueron descifrados, es el de las once mil mulas cargadas con cien libras de oro cada una, que un día salieron del Cuzco para pagar el rescate de Atahualpa y nunca llegaron a su destino. Más tarde, durante la colonia, se vendían en Cartagena de Indias unas gallinas criadas en tierras de aluvión, en cuyas mollejas se encontraban piedrecitas de oro. Este delirio áureo de nuestros fundadores nos persiguió hasta hace poco tiempo. Apenas en el siglo pasado la misión alemana de estudiar la construcción de un ferrocarril interoceánico en el istmo de Panamá, concluyó que el proyecto era viable con la condición de que los rieles no se hicieran de hierro, que era un metal escaso en la región, sino que se hicieran de oro.
La independencia del dominio español no nos puso a salvo de la demencia. El general Antonio López de Santana, que fue tres veces dictador de México, hizo enterrar con funerales magníficos la pierna derecha que había perdido en la llamada Guerra de los Pasteles. El general García Moreno gobernó al Ecuador durante 16 años como un monarca absoluto, y su cadáver fue velado con su uniforme de gala y su coraza de condecoraciones sentado en la silla presidencial. El general Maximiliano Hernández Martínez, el déspota teósofo de El Salvador que hizo exterminar en una matanza bárbara a 30 mil campesinos, había inventado un péndulo para averiguar si los alimentos estaban envenenados, e hizo cubrir con papel rojo el alumbrado público para combatir una epidemia de escarlatina. El monumento al general Francisco Morazán, erigido en la plaza mayor de Tegucigalpa, es en realidad una estatua del mariscal Ney comprada en París en un depósito de esculturas usadas.
Hace once años, uno de los poetas insignes de nuestro tiempo, el chileno Pablo Neruda, iluminó este ámbito con su palabra. En las buenas conciencias de Europa, y a veces también en las malas, han irrumpido desde entonces con más ímpetus que nunca las noticias fantasmales de la América Latina, esa patria inmensa de hombres alucinados y mujeres históricas, cuya terquedad sin fin se confunde con la leyenda. No hemos tenido un instante de sosiego. Un presidente prometeico atrincherado en su palacio en llamas murió peleando solo contra todo un ejército, y dos desastres aéreos sospechosos y nunca esclarecidos segaron la vida de otro de corazón generoso, y la de un militar demócrata que había restaurado la dignidad de su pueblo. En este lapso ha habido 5 guerras y 17 golpes de estado, y surgió un dictador luciferino que en el nombre de Dios lleva a cabo el primer etnocidio de América Latina en nuestro tiempo. Mientras tanto 20 millones de niños latinoamericanos morían antes de cumplir dos años, que son más de cuantos han nacido en Europa occidental desde 1970. Los desaparecidos por motivos de la represión son casi los 120 mil, que es como si hoy no se supiera dónde están todos los habitantes de la ciudad de Upsala. Numerosas mujeres arrestadas encintas dieron a luz en cárceles argentinas, pero aún se ignora el paradero y la identidad de sus hijos, que fueron dados en adopción clandestina o internados en orfanatos por las autoridades militares. Por no querer que las cosas siguieran así han muerto cerca de 200 mil mujeres y hombres en todo el continente, y más de 100 mil perecieron en tres pequeños y voluntariosos países de la América Central, Nicaragua, El Salvador y Guatemala. Si esto fuera en los Estados Unidos, la cifra proporcional sería de un millón 600 mil muertes violentas en cuatro años.
De Chile, país de tradiciones hospitalarias, ha huido un millón de personas: el 10 por ciento de su población. El Uruguay, una nación minúscula de dos y medio millones de habitantes que se consideraba como el país más civilizado del continente, ha perdido en el destierro a uno de cada cinco ciudadanos. La guerra civil en El Salvador ha causado desde 1979 casi un refugiado cada 20 minutos. El país que se pudiera hacer con todos los exiliados y emigrados forzosos de América latina, tendría una población más numerosa que Noruega.
Me atrevo a pensar que es esta realidad descomunal, y no sólo su expresión literaria, la que este año ha merecido la atención de la Academia Sueca de la Letras. Una realidad que no es la del papel, sino que vive con nosotros y determina cada instante de nuestras incontables muertes cotidianas, y que sustenta un manantial de creación insaciable, pleno de desdicha y de belleza, del cual éste colombiano errante y nostálgico no es más que una cifra más señalada por la suerte. Poetas y mendigos, músicos y profetas, guerreros y malandrines, todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos tenido que pedirle muy poco a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la insuficiencia de los recursos convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este es, amigos, el nudo de nuestra soledad.
Pues si estas dificultades nos entorpecen a nosotros, que somos de su esencia, no es difícil entender que los talentos racionales de este lado del mundo, extasiados en la contemplación de sus propias culturas, se hayan quedado sin un método válido para interpretarnos. Es comprensible que insistan en medirnos con la misma vara con que se miden a sí mismos, sin recordar que los estragos de la vida no son iguales para todos, y que la búsqueda de la identidad propia es tan ardua y sangrienta para nosotros como lo fue para ellos. La interpretación de nuestra realidad con esquemas ajenos sólo contribuye a hacernos cada vez más desconocidos, cada vez menos libres, cada vez más solitarios. Tal vez la Europa venerable sería más comprensiva si tratara de vernos en su propio pasado. Si recordara que Londres necesitó 300 años para construir su primera muralla y otros 300 para tener un obispo, que Roma se debatió en las tinieblas de incertidumbre durante 20 siglos antes de que un rey etrusco la implantara en la historia, y que aún en el siglo XVI los pacíficos suizos de hoy, que nos deleitan con sus quesos mansos y sus relojes impávidos, ensangrentaron a Europa con soldados de fortuna. Aún en el apogeo del Renacimiento, 12 mil lansquenetes a sueldo de los ejércitos imperiales saquearon y devastaron a Roma, y pasaron a cuchillo a ocho mil de sus habitantes.
No pretendo encarnar las ilusiones de Tonio Kröger, cuyos sueños de unión entre un norte casto y un sur apasionado exaltaba Thomas Mann hace 53 años en este lugar. Pero creo que los europeos de espíritu clarificador, los que luchan también aquí por una patria grande más humana y más justa, podrían ayudarnos mejor si revisaran a fondo su manera de vernos. La solidaridad con nuestros sueños no nos haría sentir menos solos, mientras no se concrete con actos de respaldo legítimo a los pueblos que asuman la ilusión de tener una vida propia en el reparto del mundo.
América Latina no quiere ni tiene por qué ser un alfil sin albedrío, ni tiene nada de quimérico que sus designios de independencia y originalidad se conviertan en una aspiración occidental.
No obstante, los progresos de la navegación que han reducido tantas distancias entre nuestras Américas y Europa, parecen haber aumentado en cambio nuestra distancia cultural. ¿Por qué la originalidad que se nos admite sin reservas en la literatura se nos niega con toda clase de suspicacias en nuestras tentativas tan difíciles de cambio social? ¿Por qué pensar que la justicia social que los europeos de avanzada tratan de imponer en sus países no puede ser también un objetivo latinoamericano con métodos distintos en condiciones diferentes? No: la violencia y el dolor desmesurados de nuestra historia son el resultado de injusticias seculares y amarguras sin cuento, y no una confabulación urdida a 3 mil leguas de nuestra casa. Pero muchos dirigentes y pensadores europeos lo han creído, con el infantilismo de los abuelos que olvidaron las locuras fructíferas de su juventud, como si no fuera posible otro destino que vivir a merced de los dos grandes dueños del mundo. Este es, amigos, el tamaño de nuestra soledad.
Sin embargo, frente a la opresión, el saqueo y el abandono, nuestra respuesta es la vida. Ni los diluvios ni las pestes, ni las hambrunas ni los cataclismos, ni siquiera las guerras eternas a través de los siglos y los siglos han conseguido reducir la ventaja tenaz de la vida sobre la muerte. Una ventaja que aumenta y se acelera: cada año hay 74 millones más de nacimientos que de defunciones, una cantidad de vivos nuevos como para aumentar siete veces cada año la población de Nueva York. La mayoría de ellos nacen en los países con menos recursos, y entre éstos, por supuesto, los de América Latina. En cambio, los países más prósperos han logrado acumular suficiente poder de destrucción como para aniquilar cien veces no sólo a todos los seres humanos que han existido hasta hoy, sino la totalidad de los seres vivos que han pasado por este planeta de infortunios.
Un día como el de hoy, mi maestro William Faullkner dijo en este lugar: "Me niego a admitir el fin del hombre". No me sentiría digno de ocupar este sitio que fue suyo si no tuviera la conciencia plena de que por primera vez desde los orígenes de la humanidad, el desastre colosal que él se negaba a admitir hace 32 años es ahora nada más que una simple posibilidad científica. Ante esta realidad sobrecogedora que a través de todo el tiempo humano debió de parecer una utopía, los inventores de fábulas que todo lo creemos, nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía contraria. Una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra.
Agradezco a la Academia de Letras de Suecia el que me haya distinguido con un premio que me coloca junto a muchos de quienes orientaron y enriquecieron mis años de lector y de cotidiano celebrante de ese delirio sin apelación que es el oficio de escribir. Sus nombres y sus obras se me presentan hoy como sombras tutelares, pero también como el compromiso, a menudo agobiante, que se adquiere con este honor. Un duro honor que en ellos me pareció de simple justicia, pero que en mí entiendo como una más de esas lecciones con las que suele sorprendernos el destino, y que hacen más evidente nuestra condición de juguetes de un azar indescifrable, cuya única y desoladora recompensa, suelen ser, la mayoría de las veces, la incomprensión y el olvido.
Es por ello apenas natural que me interrogara, allá en ese trasfondo secreto en donde solemos trasegar con las verdades más esenciales que conforman nuestra identidad, cuál ha sido el sustento constante de mi obra, qué pudo haber llamado la atención de una manera tan comprometedora a este tribunal de árbitros tan severos. Confieso sin falsas modestias que no me ha sido fácil encontrar la razón, pero quiero creer que ha sido la misma que yo hubiera deseado. Quiero creer, amigos, que este es, una vez más, un homenaje que se rinde a la poesía. A la poesía por cuya virtud el inventario abrumador de las naves que numeró en su Iliada el viejo Homero está visitado por un viento que las empuja a navegar con su presteza intemporal y alucinada. La poesía que sostiene, en el delgado andamiaje de los tercetos del Dante, toda la fábrica densa y colosal de la Edad Media. La poesía que con tan milagrosa totalidad rescata a nuestra América en las Alturas de Machu Pichu de Pablo Neruda el grande, el más grande, y donde destilan su tristeza milenaria nuestros mejores sueños sin salida. La poesía, en fin, esa energía secreta de la vida cotidiana, que cuece los garbanzos en la cocina, y contagia el amor y repite las imágenes en los espejos.
En cada línea que escribo trato siempre, con mayor o menor fortuna, de invocar los espíritus esquivos de la poesía, y trato de dejar en cada palabra el testimonio de mi devoción por sus virtudes de adivinación, y por su permanente victoria contra los sordos poderes de la muerte. El premio que acabo de recibir lo entiendo, con toda humildad, como la consoladora revelación de que mi intento no ha sido en vano. Es por eso que invito a todos ustedes a brindar por lo que un gran poeta de nuestras Américas, Luis Cardoza y Aragón, ha definido como la única prueba concreta de la existencia del hombre: la poesía. Muchas gracias.
sábado, octubre 04, 2008
La cata diagonal de Carlos Blanco
Carlos Blanco se acomodaba en la última estación de una cata diagonal que se había iniciado el día anterior en un salón de élites, tomando vinos reserva y gran reserva con un grupo heterogéneo de contertulios. Las próximas estaciones sucesivas de aquella cata sesgada ya habían repasado esa noche, con un grupo cada vez menor de contertulios, los bares del polígono central con sus escoceses, sus vodkas y sus mujeres variopintas.
El amanecer del próximo día les sorprendió retozando en la playita con mujeres de río en ambiente marino. ¡Ay Monegro!, se pasaron el día bebiendo ron crudo y cachaza de caña.
Las mujeres no presentaron dificultad alguna en adaptarse al ambiente marino y cuando el grupo se vino a dar cuenta, estaban todos participando con entusiasmo en juegos propios de colegialas.
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Se organizó un Matarile para ponerle nombre a los detalles anatómicos que resaltaban en el cuerpo de los jugadores; luego jugaron en el agua haciendo una fila de mujeres que, aguantando la respiración para no ahogarse, pasaban por debajo del portal formado por las piernas abiertas de los hombres, al ritmo de un cantito, palmeado y coreado, que decía que ahí viene la señorita, cuidado con la de atrás, que tiene las orejitas lo mismo que un alcatraz. Con el último “traz” de alcatraz, las que estaban atravesando el portal de hombres en ese instante, eran atrapadas entre los brazos y piernas de éstos y a partir de ese momento todo era júbilo y regocijo en el ambiente.
Al final de la tarde, como para terminar el día con un detalle de inocencia que conjurara tanto exceso, las mujeres organizaron una versión no censurada del Baile de las Caraqueñas…¡Ay Monegro!, poniendo la rodilla en el suelo, sí Monegro, batiendo palmas, que ese baile se baila de espaldas, remenea, remenea la falda. ¡Ay caracolito de la mar que te quedaste sin bailar!
Con esa mochila de sucedidos a cuestas, entraron Carlos y los más aguerridos contertulios en aquel bar de orillas que sería la última estación de esa cata torcida en sus inicios.
Mucho se ha dicho acerca de la Shakirización de la mesera; pero no Monegro, la ingesta alcohólica no tenía nada que ver con la realidad de aquella hembra extraordinaria que se acercaba a pedir la orden en faldas amplias, comanda en mano y una férula de yeso que le cubría desde el tobillo hasta la mitad de la pierna derecha.
Era, sin dudas, una mujer apache. De esas que van al amor lo mismo que el guerrero apache va a la guerra: El pecho al descubierto y dispuesta a morir.
-¿Qué desean ordenar? Preguntó.
A mí, respondió Carlos, me puedes dar una patada con la pierna del yeso, en el lugar y el momento que consideres apropiado y oportuno. Yo me dejo, -le dijo. Y luego añadió: También un extra viejo con hielo en vaso corto y una soda amarga con hielo en vaso largo, para no beber con sed.
El resto de la noche giró en torno a la hembra que había asumido de buena gana y con una sonrisa la autorización de patada dada por Carlos. Los menos advertidos fueron capaces de comprender que Carlos se había rendido a sus encantos. Algunos anotaron que el yeso pudo, de alguna manera, despertar en Carlos el instinto del cazador que persigue a una presa que va herida.
Pero no, Monegro, herida nada. El yeso lo utiliza como cebo, espera que se lance el condenado y aprovecha un instante de su vuelo para arrancarle el corazón de cuajo. Corazón del que luego se deshace y deja abandonado a su infortunio, latiendo en las orillas del camino…
Los que le conocieron, aseguran que espera la patada.
quijoteurbano.
jueves, octubre 02, 2008
Así no, Señor Procurador
Lo primero que debemos decir es que todos los ciudadanos pagamos impuestos y esa condición da derecho a que cualquier ciudadano tenga calidad moral para exigir buen desempeño a los funcionarios. La conducta ética es parte muy importante del buen desempeño y cualquier ciudadano puede y debe exigirla.
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Lo segundo que tenemos que tocar es lo que respecta a la irresponsabilidad manifiesta del Procurador, que ha sido capaz de mantener en silencio, durante el tiempo que tiene en el cargo, las violaciones a la ley que le imputa al Senador, sin haber puesto en movimiento la acción pública.
El Señor Procurador debe saber que a él se le paga precisamente para que persiga, entre otros, a quienes tengan fortunas mal habidas y a quienes a su paso hayan depredado a las instituciones del Estado Dominicano. Habría que preguntarle si conoce de algún otro caso de corrupción, que actualmente lo mantenga en silencio a la espera de los vientos propicios para hacerlo público.
Entre las argumentaciones del Senador por la Provincia Peravia, Señor Wilton Guerrero, está la exigencia de que se hagan públicos los nombres de los autores intelectuales de la Matanza de Paya. A la sociedad le gustaría conocer los nombres detrás de los sicarios, si no para esperar sanción de la justicia, por lo menos para retirarles el saludo o para intentar evitar que nuestros hijos intimen con sus hijos. Sin conocerlos, vaya desde aquí nuestro desprecio.
Otro punto que debemos destacar es el hecho de que el Procurador, con su denuncia contra el Senador, se coloca, y estoy seguro de que no es su deseo, del lado del narcotráfico. En el caso de la Matanza de Paya nada puede reportar mayor beneficio para el narcotráfico que el descrédito de quien valientemente ha llevado la voz cantante contra ellos: su única espina.
Por último, el Señor Procurador debe permitir que sea el pueblo dominicano quien juzgue su paso por la administración pública. Actualmente él goza de buena reputación, en el debate con el Senador su único punto en contra fue el exabrupto que provocó este artículo. El bien mayor para nuestra sociedad es que ambos dominicanos integren sus esfuerzos, con responsabilidad, a favor de la vida.
Si así lo hace, estamos seguros de que el pueblo dominicano sabrá valorar su gestión al frente de la Procuraduría General de la República Dominicana, y lo hará calificando la gestión como valiente, responsable y contraria a la muerte.
Adelante Señor Procurador, los dominicanos esperamos su impronta.
Mario Bergés
quijoteurbano@gmail.com
Centro Juan XXIII
Publicado en el Hoy de fecha 2 de octubre de 2008
domingo, septiembre 28, 2008
Alguien no está haciendo su trabajo
La democracia requiere que cada uno de sus actores cumpla su rol. Si el ministerio público se hace de la vista gorda para no ver la falta cometida, si actúa con negligencia y permite que venzan los plazos para apelar o para recurrir en casación, si el juez por su parte permite que su decisión tenga un origen distinto al de su íntima convicción, entonces no habrá justicia; y donde no hay justicia la sociedad no se organiza.
Hacemos esta reflexión para llamar la atención del lector hacia el hecho de que en la sociedad dominicana alguien no está haciendo su trabajo.
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Una investigación publicada por Participación Ciudadana con el título de “20 años de impunidad”, nos permite conocer que de un total de 227 casos de corrupción presentados a la justicia dominicana en los años que van desde el 1983 hasta el 2003, solamente seis casos habían obtenido, al final del período, la calidad de la cosa definitivamente juzgada.
De esos seis casos, en los cuales había a 41 acusados, solamente uno resultó con una sentencia condenatoria y fue indultado tres meses después de la sentencia de la Suprema Corte de Justicia, mediante decreto del Poder Ejecutivo, en ese momento representado por el Dr. Joaquín Balaguer. Los restantes cuarenta acusados, correspondientes a los otros cinco casos definitivamente juzgados, resultaron descargados.
Estamos a la espera de la información que pudiera actualizar al 2008 el estudio a que hacemos referencia. Hemos solicitado la información a la Procuraduría General de la República, vía su portal de Internet, haciendo uso de la ley 200-04 que establece el libre acceso a la información pública.
Podemos adelantar que entre los 221 casos de corrupción pendientes de decisión, sometidos entre 1983 y 2003, los hay que en su momento fueron casos muy sonados, pero que, como siempre nos sucede, los que no han hecho su trabajo, los irresponsables, apuestan al olvido y los demás ciudadanos no hemos pasado de ser espectadores, que es también una actitud irresponsable.
La diferencia entre el funcionario judicial y el resto de la sociedad es que al funcionario se le paga para que haga su trabajo.
Al ministerio público y a sus fiscales se les paga para que representen a la sociedad en la persecución y sometimiento a la justicia de aquel que viola la ley. El rumor público debería ponerlos en movimiento.
A los jueces se les paga para que impartan justicia guiados solamente por su íntima convicción.
Si los ciudadanos tenemos que andarle recordando a los funcionarios judiciales que en sus archivos reposan casos viejos no resueltos, o que existen posibles casos nuevos que el rumor hace públicos; entonces, alguien no está haciendo su trabajo.
Si la sociedad debe dedicarse a presentar los casos en los que no hubo justicia por faltas cometidas por los funcionarios judiciales, entonces, alguien no está haciendo su trabajo.
Si no logramos un Estado de Derecho, nuestra sociedad no será viable.
Mario Bergés
quijoteurbano@gmail.com
Centro Juan XXIII
Publicado en el Hoy de fecha 28 de septiembre de 2008
miércoles, septiembre 24, 2008
Un tufo a abuso
También sé, por la prensa siempre, que la titular de la Secretaría de Estado de Educación fue removida de su cargo en medio de este escándalo.
Sé, conforme a publicaciones de la misma prensa, que el desayuno escolar es un negocio de 14 millones de pesos diarios.
Vivo en Santo Domingo y sé de los meneos y las malas artes presentes en los negocios, pero particularmente en los negocios con el Estado, que no tiene dolientes.
No soy abogado, lo dije al inicio, mucho menos juez; pero si sé que Ladom va a tener que hacer magia para quitarse el tufo a abuso y a corrupción que tiene.
Mientras los jueces deciden, vaya nuestro apoyo a Nuria Piera y a Huchi Lora, si no fuera por ellos no se estaría hablando de que ahora si vamos a tener controles y seguimiento cercano en el tema de la leche del desayuno escolar.
Mario Bergés
martes, septiembre 23, 2008
Comunicado del Centro Juan XXIII
El Centro Juan XXIII, institución que persigue organizar y formar dominicanos para incidir en la toma de decisiones, expresa su profunda preocupación por la forma en que ha sido atendida la información respecto a las condiciones de prestación del desayuno escolar, preocupación que tiene su fundamento en la manera en como se ha pretendido distraer la atención del problema primario: la calidad de la leche que reciben los estudiantes beneficiados por el Desayuno Escolar.
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En ese orden, queremos expresar la necesidad de que las autoridades de la Secretaría de Estado de Educación cumplan con la promesa de fiscalización de la calidad del Desayuno Escolar, de manera que no se pierda en los meros intereses de una operación comercial el fin que pretende alcanzarse con este programa y que es garantizar una alimentación a la comunidad estudiantil más necesitada.
Exhortamos a las autoridades judiciales correspondientes a que procedan con la investigación para la determinación de la veracidad de la grave denuncia y así poder establecer responsabilidades en la falla atribuida a la calidad del Desayuno Escolar, y proceder con el debido rigor de ley, sin atropellos pero sin debilidades.
Igualmente, hacemos un llamado a proteger el derecho del libre acceso a la información pública y a la libertad de expresión ejercidas por los periodistas Huchi Lora y Nuria Piera, reconociendo que con su labor han dado a la luz pública una situación altamente delicada, que preocupa a toda la nación y que debió recibir una solución inmediata y satisfactoria más que derivar en una litis judicial que desvía la atención del verdadero interés nacional.
domingo, septiembre 21, 2008
Sistema Integrado de Trasporte Público Masivo
El cambio en el marco jurídico propuesto se puede sintetizar de la manera siguiente:
Que la ciudad, mediante alguna institución del Estado, colecte el importe de todos los pasajes y celebre contratos de concesión, previo concurso, con las empresas de transporte, en los cuales se definan claramente los siguientes elementos contractuales:
- Descripción detallada del recorrido de la ruta propuesta y exigencias de calidad del servicio (tipo de vehículo, frecuencia, horario de servicio, uniforme del personal, etc.)
- Cantidad de dinero a pagar a las empresas transportistas por cada kilómetro servido bajo las condiciones de calidad exigidas.
- Una tabla de sanciones pecuniarias, bajo toda reserva, que vincule las posibles faltas cometidas en la calidad del servicio, con multas que reduzcan el monto del facturado por kilómetro servido.
Dado que no hay una entidad que pueda establecer y hacer cumplir las regulaciones vía la sanción pecuniaria, la alternativa que nos queda es confiar en la responsabilidad ciudadana de los transportistas, prácticamente inexistente, o en el exceso de la autoridad para hacer cumplir la norma.
Actualmente nuestras calles son el campo de batalla en donde bandas rivales se enfrentan en su lucha por obtener el pasajero. Tan pronto cambie el marco jurídico, el concesionario de una ruta no tendrá que preocuparse por el número de pasajeros que transporte, él cobrará por kilómetros servidos. Su única preocupación será dar un servicio que se ajuste a las exigencias de excelencia en la calidad que consigna el contrato.
Desde el momento que el nuevo modelo esté funcionando, el transporte cambiará:
- Autobuses en buen estado.
- Paradas establecidas, conocidas y respetadas.
- Frecuencia y horario preciso y constante.
- Respeto irrestricto a las leyes de tránsito.
- Choferes y personal de a bordo uniformados y corteses.
- Tiempos de viajes constantes.
El mayor escollo para la implementación del nuevo modelo lo encontramos en la relación clientelista Transportistas- Gobierno.
Los transportistas se van a huelgas ilegales, se amotinan, destruyen propiedades y hasta queman mujeres embarazadas; sabedores de que el gobierno les asistirá con subsidios o les comprará unidades nuevas vía el RENOVE de turno.
El que paga la infamia es el pasajero.
Tenemos una gran oportunidad de cambiar esa realidad. Debemos aprovechar la puesta en marcha del Metro de Santo Domingo para dejar establecido el nuevo modelo de marco legal.
Rescatemos al pasajero de la infamia, proporcionando un transporte público digno y eficiente.
Mario Bergés
quijoteurbano@gmail.com
Centro Juan XXIII
Publicado en el Hoy de fecha 20 de septiembre de 2008
viernes, septiembre 12, 2008
Fortalecer las redes
Desde sus inicios como sociedad, República Dominicana ha estado buscando cómo articular las esperanzas en una estructura que, partiendo de nuestra realidad cultural, rica y diversa, nos organice y nos permita responder a los grandes retos que siempre hemos tenido y que tendremos por delante.
Es un proceso lento, aunque avanza. Se trabaja a favor del mismo cuando se establecen redes, canales de comunicación que abren el diálogo, favorecen la acción conjunta y nos permiten reconocernos como iguales, generando identidad.
Hablábamos en otra oportunidad de la necesidad de participar. Decíamos que la participación es el precio de la democracia. Si queremos democracia tenemos que pagar por ella participando, y la calidad de esa participación será mayor cuando con ella se fortalezcan los lazos que nos unen, cuando se fortalezcan las redes y los canales de comunicación.
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Publicado en el Hoy de fecha 12 de septiembre de 2008
Del terremoto a mi nieta
Segundos después de las primeras sacudidas del terremoto, subí a la ventana para ver la hora, pero sólo alcancé a ver una polvareda, porque la torre del campanario donde estaba el reloj se había caído.
A partir de ese cuatro de agosto y durante meses, cada madrugada, la población encabezada por el comandante de la fortaleza, el jefe local de policía, el gobernador civil, el señor síndico, la señorita directora de las hermanas del Santo Rosario, las viudas de negro, las recién casadas, algunas por casar, luego las mujeres y por último, detrás, los hombres: comerciantes, funcionarios, jornaleros, echa días y algún que otro masón confeso; y todos ellos dirigidos y sometidos a la autoridad del párroco del pueblo, quién marchaba delante de la procesión, abriéndole camino a una cruz gigantesca, llevada en los hombros de los hombres piadosos, y que cabeceaba y se balanceaba mientras la procesión coreaba y cantaba al compás de la banda del pueblo:
“Perdona a tu pueblo Señor
Perdona a tu pueblo,
perdónanos Señor”
La procesión recorría las calles del pueblo y hacía estaciones de un vía crucis de cuaresma errada que las beatas aprovechaban para lanzar jaculatorias, y los golpes de pecho y los arrepentimientos se hacían públicos y todos se hincaban en medio del camino mientras cantaban:
“No estés eternamente enojado,
No estés eternamente enojado,
Perdónanos Señor.”
Con dieciséis años, me negaba a creer que Dios tuviera responsabilidad alguna en el suceso. Crecí y mantuve mi sospecha de que Dios no anda mandando terremotos; pero de alguna manera quedaba la carga social y familiar y terminaba diciendo:
“Por tus heridas de pies y manos
Por los azotes tan inhumanos
Perdónanos Señor”
Muchos años después, al escuchar a mi nieta de 5 años rezar el Ave María, se cerró el círculo y ya no tuve dudas.
Mi nieta reza:
“…Santa María, madre de Dios, juega con nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amen.”
viernes, septiembre 05, 2008
Democracia y participación
La sociedad nos mantiene unidos con lazos complejos e intrincados. Por muy buena que sea la salud y la higiene de alguien, nunca será suficiente si la sociedad en donde vive no goza de salud, porque siempre existirá la posibilidad de contagiarse de algún enfermo.
Por otra parte, en esa sociedad las decisiones políticas afectan poblaciones completas. Una decisión política no anda preguntando de qué partido es alguien para decidir si afectarlo o no.
Hacemos esta reflexión para llamar la atención hacia el hecho de que por una parte estamos, lo queramos o no, íntimamente unidos: Lo que haga o deje de hacer cualquiera de nosotros, repercute para bien o para mal en el colectivo; y por otra parte somos afectados permanentemente por decisiones políticas que incluso trascienden los lazos clientelistas existentes.
Siendo eso así, es insensato no poner todo nuestro intelecto y nuestra voluntad a favor de la participación activa en los procesos propios de nuestra sociedad y particularmente en aquellos en los que tengamos la oportunidad de incidir en la toma de decisiones.
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Publicado en el Hoy el 5 de Septiembre de 2008
jueves, septiembre 04, 2008
Matematerótica
Aquí les presento un relato en inglés de segunda lengua, pero muy creativo y simpático.
El texto nos narra la triste historia de la inocente niña llamada Poly Nomia, completamente convergente y recatada, y de su encuentro con el ondulado Pi, en las fronteras de una matriz singularmente grande.
¡Disfrútenlo!
The Girl Called Polly Nomial
Here’s a sad story of a girl called Polly Nomial
Once upon a time (1/t) pretty little Polly Nomial was strolling across a field of vectors when she came to the boundary of a singularly large matrix. Now Polly was convergent, and her mother had made it an absolute condition that she must never enter such an array without her brackets on. Polly, however, who had changed her variables that morning and was feeling particularly badly behaved, ignored this condition on the basis that it was insufficient and made her way in amongst the complex elements. Rows and columns closed in on her from all sides. Tangents approached her surface. She became tensor and tensor.
Quite suddendly two branches of a hyperbola touched her at a single point. She oscillated violently, lost all sense of directrix, and went completely divergent. As she tripped over a square root that was protruding from the erf and plunged headlong down a steep gradient. When she rounded off once more, she found herself inverted, apparently alone, in a non-Euclidean space.
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La página de la publicación original se accede en este enlace.
viernes, agosto 29, 2008
AMET: Algunas ideas.
Podríamos definir el transporte como el proceso mediante el cual la oferta y la demanda de bienes y servicios se logran poner en contacto para satisfacer sus necesidades. Por su parte el tránsito se refiere a cómo ese transporte se materializa: vehicular, marítimo, aéreo, digital, etc.
La misión de la AMET es regular ese transporte para que su costo (económico, social y ecológico) sea mínimo.
El devenir y las malas decisiones han llevado a AMET a hipertrofiar su función de fiscalización; al extremo de que si entramos en su página web nos encontramos que la Subdirección de Fiscalización no existe como tal, es decir, la AMET actual es básicamente fiscalización y la planificación y la normativa de transporte han devenido en accesorias. Para decirlo en su propio lenguaje, AMET ha terminado siendo pito y seña.
Veamos ahora que se podría hacer desde el ámbito de cada una de las Subdirecciones para mejorar la calidad del servicio ofrecido.
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viernes, agosto 08, 2008
Juegos Olímpicos de Beijing
Aquí les dejo un vídeo con imágenes de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Beijing y La Internacional de fondo.
La Internacional me da en la madre. Para mejor decirlo, los himnos de los pueblos que de alguna manera me han tocado, me dan todos en la madre. Y si ocurre que algún pueblo me ha tocado y no conozco su himno oficial, entonces alguna tonada propia de ese pueblo ha ocupado su lugar de himno en este corazón perseguidor de sueños.
Y es que eso es el himno, el relato poético de los sueños de un pueblo.
De manera que al escuchar el llamado al combate de los Bayameses, la frente siempre altiva de la indómita y brava, cuando escucho cantar de viva voz el himno norteamericano o cuando escucho el llamado a que vivan los pobres del mundo, el corazón se me pone chiquito, porque Cuba, República Dominicana, Estados Unidos de Norteamérica y el socialismo me han tocado.
Hay pueblos y sueños que me han tocado y no conozco sus himnos oficiales; pero sé que el pueblito se llama Las Condes y está junto a los cerros y al cielo, que hay una verde luz de monte y mar en una isla virgen de coral, que de lejos parece un humo y de cerca una palomita, que si Adelita se fuera con otro la seguiría por tierra y por mar; y que salgo a caminar por la cintura cósmica del sur.
Y es que a Chile, Puerto Rico, Argentina, México y a toda esta América Latina, los llevo muy dentro.
El himno, como la patria, no es de nadie en particular; ya lo dije, es el sueño de un pueblo, no puede ser de nadie en particular, no es de un bando político, no es de un Estado.
Se equivocan los que creen que sólo aman a la patria los que aman al Partido.
Se equivocan los que creen que el sueño que representa la bandera de las estrellas relampagueantes que ondea en la tierra de los libres, en la morada de los bravos; se equivocan repito, los que creen que ese sueño de libertad y gallardía no es el mismo sueño de los iraquies.
Se equivocan, por último, los que creen que el sueño de solidaridad y redención de los pobres del mundo es propidad exclusiva de los comunistas.
¡Que viva el pueblo chino y que viva su sueño!
¡Que vivan los pobres del mundo y que vivan sus sueños!
¡Que vivan los sueños de todos los pueblos del mundo!