jueves, marzo 19, 2009

Con pena y sin gloria




En su discurso del pasado 27 de Febrero, el Presidente Leonel Fernández se refirió al tema de la corrupción y básicamente dijo que el gobierno se apoyará en el “Plan Estratégico de Ética, Transparencia y Prevención de la Corrupción 2009-2012”, elaborado por la Comisión Nacional de Ética y Combate a la Corrupción, para enfrentar la corrupción, que a juicio del mandatario, “es una de las más grandes preocupaciones del pueblo dominicano”.

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Ya contábamos con un “Plan Estratégico de Ética, Prevención y Sanción de la Corrupción 2005-2008”, elaborado por la misma entidad, de manera que el plan 2009-2012, en el cual deberemos cifrar nuestras esperanzas de transparencia, no es más que la continuación del plan 2005-2008, que ha pasado por nuestra sociedad, con pena y sin gloria.

Como dijo el Presidente, afortunadamente contamos con la base legal para enfrentar los problemas de la corrupción. Lo que no dijo es que es necesario cumplir y hacer cumplir esa base legal, esa ley, para enfrentar la corrupción en todas sus manifestaciones.

En la vida, y también en política, lo que marca la diferencia, lo que termina siendo mensaje para otros, no es lo que se dice, ni siquiera lo que se piensa, lo que cuenta es lo que se hace, es el ejemplo.

Nos falta una señal.

Las señales que estamos recibiendo son favorables a la corrupción. Para muestra mencionemos el caso del indultado por razones humanitarias, que fue además premiado con un cargo de Asesor de Transporte del Poder Ejecutivo con rango de Secretario de Estado. Más que a apoyo humanitario, esa asesoría huele a premio, compra o pacto, que en cualquiera de los casos está reñida por completo con la actitud responsable y transparente, de aquel que tiene por mandato cumplir y hacer cumplir la constitución y las leyes. No había ninguna necesidad humanitaria de hacerlo funcionario.

Acabamos de conocer el caso de la OTTT, que gracias a Nuria Piera lo tenemos presente.
Lo único que hizo Nuria Piera fue conseguir una nómina de la OTTT, que es un documento público que puede ser obtenido por cualquier ciudadano, y hacerle una entrevista al incumbente.

¿En qué trabajan las instancias oficiales responsables de la lucha contra la corrupción que no han sido capaces de sorprendernos como Nuria?

¿Cómo habrá que explicarles a esas instancias oficiales que con ochenta y siete mil pesos de sueldo no hay manera de explicar esos gastos?

¿A quién que pague impuestos, le es gracioso que un compadre cobre sin trabajar por sentimientos de “ amor” del jefe?

¿Habrá que decirles que existen otras dependencias del Estado en las que sucede lo mismo que ha denunciado Nuria con el caso de la OTTT?

Los funcionarios, en la generalidad, salvando muy honrosas excepciones, están pasados de corruptos y los que deberían estar persiguiéndolos están pasadísimos de impunidad. Así las cosas, nos falta una señal.

Señor Presidente, dé una señal inequívoca de voluntad política contra la corrupción y tendrá el apoyo de un pueblo agradecido.


Mario Bergés
Centro Juan XXIII
m.berges@centrojuanxxiii.org



Publicado en el Hoy de fecha 17 de marzo de 2009

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