Queridas compañeras y compañeros de Servir D y participantes en este Programa de Formación
de Voluntarios.
Me han pedido que les comparta el Testimonio de mi participación como voluntario en este
hermoso programa.
Empezaré diciéndoles que siento que el Ser Humano tiene, dentro de si, una verdad que le anima
y le motiva. Una verdad que ese Ser Humano puede convertir en un sueño y precisamente
porque soñamos, tenemos derecho a la utopía.
Cuando era pequeño, iba a misa los domingos con mis padres. Recuerdo que un domingo, yo
tendría 7 o 8 años, fuimos a misa en la Parroquia Santísima Trinidad, que era nueva y quedaba
detrás del Seminario Santo Tomás de Aquíno. Mi madre me dijo: Mario, cuando se llega a una
Iglesia Nueva podemos pedirle algo al Señor y él nos lo concede. Yo, niño al fin y seguro de la
palabra de mi madre le pedí al Señor que me permitiera luchar por la justicia.
Ese niño fue dándole vida a esa verdad interior y convirtiéndola en sueño. Ese darle vida tiene
altas y bajas. A los 13 años me separé un poco de la Iglesia porque entendía que el Dios que me
mostraban era el Dios del castigo, el Dios del miedo y yo creía en el Dios del amor y en el Dios del
perdón. Continué estudiando, más tarde me casé por la Iglesia y cuando mi hijo mayor iba a
hacer la primera comunión, ya yo con 36 años, me di cuenta de que el Dios que le enseñaban,
no era el Dios del castigo. Le estaban enseñando al Dios del amor, al Dios del perdón.
El Sacerdote que impartiría la Primera Comunión a los alumnos convocó a una reunión a los
padres de los alumnos. Asistí y allí conocí al Padre Manolo Maza quien nos habló y yo sentí que
todo lo que dijo me lo había dicho a mi. Salí de la reunión, dormí esa noche y al otro día en la
mañana fui a la oficina del Padre Maza en la Pucamaima y le dije: Padre, yo quiero reconciliarme
con mi Iglesia.
A partir de ese momento empezó a mostrarse en su realidad el sueño de ese niño.
- La Comunidad de Vida Cristiana CVX: Organización de laicos comprometidos con laespiritualidad Ignaciana y que actualmente siguen trabajando.
- El Centro Juan XXIII: Organización de laicos que luchan “ Por una Patria servida como se merece¨ y que ha dado ejemplos de patriotismo.
- La Lucha por el 4%
- La Lucha contra la Corrupción
- La Lucha contra la Impunidad
- La Marcha Verde
Todas estos movimientos y todas estas organizaciones tienen en su seno el sueño de un niño que
a los 7 u 8 años le pidió al Señor que le permitiera luchar por la justicia.
Servir D y el Voluntariado también forman parte del sueño de ese niño y también comparten el
mismo origen: la Parroquia de la Santísima Trinidad.
Si puedo ayudar a que otro ser humano avance en su sueño ya hice justicia, ya cumplo con mi
sueño.
Si puedo ayudar a que como país podamos hacer realidad el sueño de vida digna que nos une,
ya hice justicia, ya cumplo con mi sueño.
Precisamente porque soñamos, tenemos derecho a la utopía y la vida carece de sentido cuando
no la vivimos persiguiendo ese sueño.