domingo, septiembre 28, 2008

Alguien no está haciendo su trabajo


La democracia requiere que cada uno de sus actores cumpla su rol. Si el ministerio público se hace de la vista gorda para no ver la falta cometida, si actúa con negligencia y permite que venzan los plazos para apelar o para recurrir en casación, si el juez por su parte permite que su decisión tenga un origen distinto al de su íntima convicción, entonces no habrá justicia; y donde no hay justicia la sociedad no se organiza.

Hacemos esta reflexión para llamar la atención del lector hacia el hecho de que en la sociedad dominicana alguien no está haciendo su trabajo.

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Una investigación publicada por Participación Ciudadana con el título de “20 años de impunidad”, nos permite conocer que de un total de 227 casos de corrupción presentados a la justicia dominicana en los años que van desde el 1983 hasta el 2003, solamente seis casos habían obtenido, al final del período, la calidad de la cosa definitivamente juzgada.

De esos seis casos, en los cuales había a 41 acusados, solamente uno resultó con una sentencia condenatoria y fue indultado tres meses después de la sentencia de la Suprema Corte de Justicia, mediante decreto del Poder Ejecutivo, en ese momento representado por el Dr. Joaquín Balaguer. Los restantes cuarenta acusados, correspondientes a los otros cinco casos definitivamente juzgados, resultaron descargados.

Estamos a la espera de la información que pudiera actualizar al 2008 el estudio a que hacemos referencia. Hemos solicitado la información a la Procuraduría General de la República, vía su portal de Internet, haciendo uso de la ley 200-04 que establece el libre acceso a la información pública.

Podemos adelantar que entre los 221 casos de corrupción pendientes de decisión, sometidos entre 1983 y 2003, los hay que en su momento fueron casos muy sonados, pero que, como siempre nos sucede, los que no han hecho su trabajo, los irresponsables, apuestan al olvido y los demás ciudadanos no hemos pasado de ser espectadores, que es también una actitud irresponsable.

La diferencia entre el funcionario judicial y el resto de la sociedad es que al funcionario se le paga para que haga su trabajo.

Al ministerio público y a sus fiscales se les paga para que representen a la sociedad en la persecución y sometimiento a la justicia de aquel que viola la ley. El rumor público debería ponerlos en movimiento.

A los jueces se les paga para que impartan justicia guiados solamente por su íntima convicción.
Si los ciudadanos tenemos que andarle recordando a los funcionarios judiciales que en sus archivos reposan casos viejos no resueltos, o que existen posibles casos nuevos que el rumor hace públicos; entonces, alguien no está haciendo su trabajo.

Si la sociedad debe dedicarse a presentar los casos en los que no hubo justicia por faltas cometidas por los funcionarios judiciales, entonces, alguien no está haciendo su trabajo.
Si no logramos un Estado de Derecho, nuestra sociedad no será viable.

Mario Bergés
quijoteurbano@gmail.com
Centro Juan XXIII

Publicado en el Hoy de fecha 28 de septiembre de 2008

miércoles, septiembre 24, 2008

Un tufo a abuso


Yo no soy abogado, pero sé que las pruebas que le hizo la Secretaría de Educación a la leche del desayuno escolar, dieron resultados con niveles de nutrientes por debajo de lo esperado para "leche".

También sé, por la prensa siempre, que la titular de la Secretaría de Estado de Educación fue removida de su cargo en medio de este escándalo.

Sé, conforme a publicaciones de la misma prensa, que el desayuno escolar es un negocio de 14 millones de pesos diarios.

Vivo en Santo Domingo y sé de los meneos y las malas artes presentes en los negocios, pero particularmente en los negocios con el Estado, que no tiene dolientes.

No soy abogado, lo dije al inicio, mucho menos juez; pero si sé que Ladom va a tener que hacer magia para quitarse el tufo a abuso y a corrupción que tiene.

Mientras los jueces deciden, vaya nuestro apoyo a Nuria Piera y a Huchi Lora, si no fuera por ellos no se estaría hablando de que ahora si vamos a tener controles y seguimiento cercano en el tema de la leche del desayuno escolar.

Mario Bergés

martes, septiembre 23, 2008

Comunicado del Centro Juan XXIII


El Centro Juan XXIII, institución que persigue organizar y formar dominicanos para incidir en la toma de decisiones, expresa su profunda preocupación por la forma en que ha sido atendida la información respecto a las condiciones de prestación del desayuno escolar, preocupación que tiene su fundamento en la manera en como se ha pretendido distraer la atención del problema primario: la calidad de la leche que reciben los estudiantes beneficiados por el Desayuno Escolar.

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En ese orden, queremos expresar la necesidad de que las autoridades de la Secretaría de Estado de Educación cumplan con la promesa de fiscalización de la calidad del Desayuno Escolar, de manera que no se pierda en los meros intereses de una operación comercial el fin que pretende alcanzarse con este programa y que es garantizar una alimentación a la comunidad estudiantil más necesitada.

Exhortamos a las autoridades judiciales correspondientes a que procedan con la investigación para la determinación de la veracidad de la grave denuncia y así poder establecer responsabilidades en la falla atribuida a la calidad del Desayuno Escolar, y proceder con el debido rigor de ley, sin atropellos pero sin debilidades.

Igualmente, hacemos un llamado a proteger el derecho del libre acceso a la información pública y a la libertad de expresión ejercidas por los periodistas Huchi Lora y Nuria Piera, reconociendo que con su labor han dado a la luz pública una situación altamente delicada, que preocupa a toda la nación y que debió recibir una solución inmediata y satisfactoria más que derivar en una litis judicial que desvía la atención del verdadero interés nacional.



domingo, septiembre 21, 2008

Sistema Integrado de Trasporte Público Masivo

Un nuevo modelo en el marco legal que regula el transporte público masivo, puede ser la diferencia entre una ciudad con un transporte deficiente como el que tenemos y un transporte como ocurre en las ciudades del primer mundo, con unidades en buen estado, servicio puntual y eficiente, y un manejo cortés y respetuoso de las leyes del tránsito.

El cambio en el marco jurídico propuesto se puede sintetizar de la manera siguiente:

Que la ciudad, mediante alguna institución del Estado, colecte el importe de todos los pasajes y celebre contratos de concesión, previo concurso, con las empresas de transporte, en los cuales se definan claramente los siguientes elementos contractuales:
  • Descripción detallada del recorrido de la ruta propuesta y exigencias de calidad del servicio (tipo de vehículo, frecuencia, horario de servicio, uniforme del personal, etc.)
  • Cantidad de dinero a pagar a las empresas transportistas por cada kilómetro servido bajo las condiciones de calidad exigidas.
  • Una tabla de sanciones pecuniarias, bajo toda reserva, que vincule las posibles faltas cometidas en la calidad del servicio, con multas que reduzcan el monto del facturado por kilómetro servido.
Seguir leyendo....Prácticamente todos los problemas que tenemos con el transporte público masivo son consecuencia de que los transportistas obtienen sus ingresos directamente del pasajero.

Dado que no hay una entidad que pueda establecer y hacer cumplir las regulaciones vía la sanción pecuniaria, la alternativa que nos queda es confiar en la responsabilidad ciudadana de los transportistas, prácticamente inexistente, o en el exceso de la autoridad para hacer cumplir la norma.

Actualmente nuestras calles son el campo de batalla en donde bandas rivales se enfrentan en su lucha por obtener el pasajero. Tan pronto cambie el marco jurídico, el concesionario de una ruta no tendrá que preocuparse por el número de pasajeros que transporte, él cobrará por kilómetros servidos. Su única preocupación será dar un servicio que se ajuste a las exigencias de excelencia en la calidad que consigna el contrato.

Desde el momento que el nuevo modelo esté funcionando, el transporte cambiará:
  • Autobuses en buen estado.
  • Paradas establecidas, conocidas y respetadas.
  • Frecuencia y horario preciso y constante.
  • Respeto irrestricto a las leyes de tránsito.
  • Choferes y personal de a bordo uniformados y corteses.
  • Tiempos de viajes constantes.
No es utopía, se puede lograr.

El mayor escollo para la implementación del nuevo modelo lo encontramos en la relación clientelista Transportistas- Gobierno.

Los transportistas se van a huelgas ilegales, se amotinan, destruyen propiedades y hasta queman mujeres embarazadas; sabedores de que el gobierno les asistirá con subsidios o les comprará unidades nuevas vía el RENOVE de turno.

El que paga la infamia es el pasajero.

Tenemos una gran oportunidad de cambiar esa realidad. Debemos aprovechar la puesta en marcha del Metro de Santo Domingo para dejar establecido el nuevo modelo de marco legal.
Rescatemos al pasajero de la infamia, proporcionando un transporte público digno y eficiente.

Mario Bergés
quijoteurbano@gmail.com
Centro Juan XXIII



Publicado en el Hoy de fecha 20 de septiembre de 2008

viernes, septiembre 12, 2008

Fortalecer las redes


Desde sus inicios como sociedad, República Dominicana ha estado buscando cómo articular las esperanzas en una estructura que, partiendo de nuestra realidad cultural, rica y diversa, nos organice y nos permita responder a los grandes retos que siempre hemos tenido y que tendremos por delante.

Es un proceso lento, aunque avanza. Se trabaja a favor del mismo cuando se establecen redes, canales de comunicación que abren el diálogo, favorecen la acción conjunta y nos permiten reconocernos como iguales, generando identidad.

Hablábamos en otra oportunidad de la necesidad de participar. Decíamos que la participación es el precio de la democracia. Si queremos democracia tenemos que pagar por ella participando, y la calidad de esa participación será mayor cuando con ella se fortalezcan los lazos que nos unen, cuando se fortalezcan las redes y los canales de comunicación.


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Publicado en el Hoy de fecha 12 de septiembre de 2008

Del terremoto a mi nieta



Segundos después de las primeras sacudidas del terremoto, subí a la ventana para ver la hora, pero sólo alcancé a ver una polvareda, porque la torre del campanario donde estaba el reloj se había caído.

A partir de ese cuatro de agosto y durante meses, cada madrugada, la población encabezada por el comandante de la fortaleza, el jefe local de policía, el gobernador civil, el señor síndico, la señorita directora de las hermanas del Santo Rosario, las viudas de negro, las recién casadas, algunas por casar, luego las mujeres y por último, detrás, los hombres: comerciantes, funcionarios, jornaleros, echa días y algún que otro masón confeso; y todos ellos dirigidos y sometidos a la autoridad del párroco del pueblo, quién marchaba delante de la procesión, abriéndole camino a una cruz gigantesca, llevada en los hombros de los hombres piadosos, y que cabeceaba y se balanceaba mientras la procesión coreaba y cantaba al compás de la banda del pueblo:

“Perdona a tu pueblo Señor
Perdona a tu pueblo,
perdónanos Señor”

La procesión recorría las calles del pueblo y hacía estaciones de un vía crucis de cuaresma errada que las beatas aprovechaban para lanzar jaculatorias, y los golpes de pecho y los arrepentimientos se hacían públicos y todos se hincaban en medio del camino mientras cantaban:

“No estés eternamente enojado,
No estés eternamente enojado,
Perdónanos Señor.”

Con dieciséis años, me negaba a creer que Dios tuviera responsabilidad alguna en el suceso. Crecí y mantuve mi sospecha de que Dios no anda mandando terremotos; pero de alguna manera quedaba la carga social y familiar y terminaba diciendo:

“Por tus heridas de pies y manos
Por los azotes tan inhumanos
Perdónanos Señor”

Muchos años después, al escuchar a mi nieta de 5 años rezar el Ave María, se cerró el círculo y ya no tuve dudas.

Mi nieta reza:

“…Santa María, madre de Dios, juega con nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amen.”

viernes, septiembre 05, 2008

Democracia y participación


La sociedad nos mantiene unidos con lazos complejos e intrincados. Por muy buena que sea la salud y la higiene de alguien, nunca será suficiente si la sociedad en donde vive no goza de salud, porque siempre existirá la posibilidad de contagiarse de algún enfermo.

Por otra parte, en esa sociedad las decisiones políticas afectan poblaciones completas. Una decisión política no anda preguntando de qué partido es alguien para decidir si afectarlo o no.

Hacemos esta reflexión para llamar la atención hacia el hecho de que por una parte estamos, lo queramos o no, íntimamente unidos: Lo que haga o deje de hacer cualquiera de nosotros, repercute para bien o para mal en el colectivo; y por otra parte somos afectados permanentemente por decisiones políticas que incluso trascienden los lazos clientelistas existentes.

Siendo eso así, es insensato no poner todo nuestro intelecto y nuestra voluntad a favor de la participación activa en los procesos propios de nuestra sociedad y particularmente en aquellos en los que tengamos la oportunidad de incidir en la toma de decisiones.

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Publicado en el Hoy el 5 de Septiembre de 2008

jueves, septiembre 04, 2008

Matematerótica

Ya lo decía Cortázar: "Apenas él le amalaba el noema..."

Aquí les presento un relato en inglés de segunda lengua, pero muy creativo y simpático.

El texto nos narra la triste historia de la inocente niña llamada Poly Nomia, completamente convergente y recatada, y de su encuentro con el ondulado Pi, en las fronteras de una matriz singularmente grande.

¡Disfrútenlo!




The Girl Called Polly Nomial

Here’s a sad story of a girl called Polly Nomial

Once upon a time (1/t) pretty little Polly Nomial was strolling across a field of vectors when she came to the boundary of a singularly large matrix. Now Polly was convergent, and her mother had made it an absolute condition that she must never enter such an array without her brackets on. Polly, however, who had changed her variables that morning and was feeling particularly badly behaved, ignored this condition on the basis that it was insufficient and made her way in amongst the complex elements. Rows and columns closed in on her from all sides. Tangents approached her surface. She became tensor and tensor.

Quite suddendly two branches of a hyperbola touched her at a single point. She oscillated violently, lost all sense of directrix, and went completely divergent. As she tripped over a square root that was protruding from the erf and plunged headlong down a steep gradient. When she rounded off once more, she found herself inverted, apparently alone, in a non-Euclidean space.

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